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SALAMANCA
Miércoles, 13 de marzo 2024, 20:18
Han pasado seis días desde la fuga de un recluso del centro penitenciario de Topas que aprovechó su traslado al Hospital de Salamanca para escapar. Desde su vuelta a prisión, el veinteañero de origen marroquí S.H. ha permanecido en régimen cerrado, en el ... módulo de aislamiento, tras la aplicación de limitaciones regimentales como consecuencia del incidente.
Una fuga llamativa, casi de película, porque provocó un gran despliegue de patrullas de Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Local que durante seis horas peinaron los alrededores del Hospital, con colegios y facultades muy próximos, para localizarlo temerosos de que pudiera hacer algo.
Afortunadamente no fue así y tras difundir la fotografía por redes sociales, a primera hora de la tarde y gracias a la colaboración ciudadana, pudo ser al fin detenido en las proximidades del cementerio.
Según ha podido saber LA GACETA, la Junta de Tratamiento del centro penitenciario estudiará este jueves la situación de S.H., tras haber sido condenado a cuatro meses de prisión por un delito de quebrantamiento de condena en un juicio rápido que se celebró al día siguiente de su arresto, después de haber pasado esa noche en los calabozos policiales.
Un posible traslado de centro o una regresión de grado -de segundo grado o grado ordinario a primer grado o régimen cerrado- se plantean como las principales opciones a ejecutar, lo que este jueves decidirán los integrantes de la Junta de Tratamiento.
Cabe recordar que el recluso cumple condena por varios robos con fuerza. No está precisamente considerado como violento y antes de su huida se encontraba en el módulo 7 del centro penitenciario salmantino.
En su comparecencia ante el juez de guardia, el fugitivo manifestó simplemente «no acordarse de nada» y en el juicio rápido se conformó con la pena solicitada por el fiscal, que le permitió acogerse a la reducción de la pena que marca la Ley -el juicio rápido ofrece la posibilidad, una vez reconocidos los hechos imputados, de que el infractor puede beneficiarse de la reducción de un tercio de la pena-. Así las cosas, la condena por su llamativa fuga quedó finalmente en cuatro meses de prisión, tiempo a añadir a la condena que aún le queda por cumplir -una condena corta de no más de cinco años-.
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