Ni limón, ni vinagre: Arguiñano desvela un truco infalible para conseguir la mayonesa perfecta

A la hora de sentarnos en la mesa para degustar los platos que más nos gustan, rara vez falta alguno de los acompañamientos indispensables que utilizamos para aliñarlos y conseguir así un mejor sabor. Para conseguir ese toque especial, los hay que apuestan por comprarlos, pero también hay gente que termina recurriendo a hacerlos de forma totalmente casera poniéndose el mandil y aventurándose a meterse entre fogones para conseguir que sus platos tengan un sello propio.

Y una de las personas que siempre terminan innovando en una cocina es, como no podía ser de otra forma, uno de los cocineros mas reconocidos a nivel nacional e incluso internacional: Karlos Arguiñano. El guipuzcoano ha revelado recientemente el truco para conseguir uno de esos componentes de forma totalmente casera y sin ningún contratiempo, siendo esta vez la mayonesa el aliño que copa todos los focos de atención.

Con la idea de recuperar una práctica tradicional que convierte esta salsa en todo un básico, Arguiñano ha rescatado de uno de sus libros un truco culinario al que muy pocos podrán resistirse y que poco tiene que ver con lo que resulta tradicional: tirar del limón o del vinagre. Y es que la mayonesa casera, a pesar de su reputación, resulta más sencilla de preparar de lo que muchos imaginan.

Para lograr una buena mayonesa casera, Arguiñano asegura que la clave del éxito se encuentra en la calidad de los ingredientes usados, pero también en la técnica y en los pequeños detalles que debemos pulir para marcar la diferencia entre una comercial y una excepcional. Mientras en la mayonesa de toda la vida se le añade o bien limón o vinagre, ese toque ácido que es difícil de conseguir es el que acabará generando un toque de sabor muy especial y eso únicamente se puede conseguir por medio de uno de los ingredientes que nunca puede faltar en nuestra cocina: el aceite de oliva.