Respetuosa y en silencio, así transcurrió la primera parte de la concentración de familiares, amigos y ciclistas que se reunieron este viernes a las puertas de los Juzgados de Salamanca para pedir «verdad y justicia», en palabras de Juan Carlos Domínguez, padre de la fallecida, en el juicio que se celebró por la muerte de Estela Domínguez, que fue arrollada por un camión el pasado febrero de 2023.
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La Fiscalía solicitó finalmente 5.400 euros de multa y 18 meses de privación del carnet para B.G.H., el conductor que atropelló mortalmente a Estela, la pena máxima para el delito leve de homicidio por imprudencia menos grave del que se le acusa.
En la concentración se pudo ver un cartel vertical en memoria de la víctima, además de camisetas, panfletos y una gran pancarta que sostenían pidiendo justicia para Estela.
Varios de los presentes no pudieron evitar emocionarse al recordar a la joven o verla plasmada en las múltiples imágenes.
Unos familiares de la víctima que venían de Íscar, Valladolid, pedían afligidos que «las leyes cambien y que se pague por la muerte de una persona».
Otro de los presentes, un apasionado del ciclismo procedente de Laguna del Duero (Valladolid), protestaba que «hoy en día están casi más protegidos los patinetes que los ciclistas, que sabemos las normas de la carretera», a la vez que consideraba que se «tienen que hacer más carriles bici a las afueras de las ciudades».
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El vallisoletano, además, no considera justo que se juzgue al acusado de un delito leve de homicidio, ya que que no puede calificarse de leve «cuando dejas a una persona tirada en el suelo y te largas», apuntaba indignado.
Tampoco faltaron a la concentración destacadas figuras del ciclismo como los corredores Lale Cubino, Juan Pujol Pagés y su hijo Óscar Pujol, el hijo de Agustín Tamames y Jorge Merino, Seleccionador de Ciclismo de Castilla y León.
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Antes de entrar al juicio, el padre de la víctima, el excorredor profesional Juan Carlos Domínguez, declaró ante los medios que «Matar a una persona y calificarlo de delito leve es casi irrisorio», además de expresar que esperaba «deseoso» este duro día para, «aunque sea difícil», «intentar que la verdad salga».
Una vez que dio comienzo el juicio hubo un receso en la concentración, momento en el que Óscar Pujol abandonó el lugar, precisamente en bicicleta, mientras sus compañeros le aplaudían y daban las gracias.
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Al terminar el juicio se vivieron momentos de tensión y lágrimas cuando alguno de los presentes ha comenzado a gritar «sinvergüenza» al camionero, momento en el que él les ha espetado: «En la calle me lo tenéis que decir».
B.G.H. salió corriendo del Juzgado, por lo que las personas que quedaban de la concentración han tardado en reaccionar, pero también le han gritado «justicia» a la par que insultos como «matagente».
El padre de Estela se mostró «indignado» ante los medios tras el juicio, entre otras cosas porque «como el acusado se ha negado a declarar», «pues no hemos podido averiguar muchas cosas».
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Domínguez no cree la versión del acusado de que en el momento del atropello pensaba «que se le había caído una pieza», ya que «no suena igual que machacar una bicicleta y pasar por encima a una persona».
Tampoco considera que las disculpas del acusado sean sentidas, y cree que las ha expresado «porque ya era el momento, pero a buenas horas». Además, apuntaba que «con esa contestación que ha dicho de 'en la calle me decís lo que sea' pues ya dice cómo es como persona».
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