Los secretos del Mercado para hacer el potaje perfecto: «Me gusta darle un toque único y la clave está en...»

El potaje de Semana Santa es uno de los platos más tradicionales de esta época, ideal para disfrutar en familia durante los días de Cuaresma. Este guiso, lleno de sabor y tradición, combina ingredientes sencillos, pero muy sabrosos, como el garbanzo, el bacalao y las espinacas, que hacen de este plato una opción perfecta para los días de vigilia.

Aunque cada familia tiene su propia receta, hay ciertos ingredientes claves que no pueden faltar. Además, algunos pequeños trucos de cocina pueden marcar la diferencia y hacer que este plato quede aún más delicioso. LA GACETA ha recorrido el Mercado Central para conocer, de la mano de sus comerciantes y sus clientes, qué ingredientes se deben usar y cómo se debe preparar, además de algunos consejos para darle un toque especial a la hora de metenros entre fogones en casa.

Para elaborar un buen potaje, el primer paso que se ha de seguir es elegir ingredientes de calidad. Y uno de los más importantes es el garbanzo. Por ello, es imprescindible que el cocinero o la cocinera se asegure de que sean de buena calidad y, si es posible, de origen local. Y es que, pese a que «cada maestrillo tiene su librillo», este producto resulta ser la base de este plato y aporta la textura y el sabor que tanto le caracterizan.

Otro de los ingredientes que nunca pueden faltar en la cocina a la hora de elaborar el potaje es el bacalao, que puede ser fresco o, preferiblemente, seco. Y es que este producto es el que mejor se adapta a la receta, ya que su sabor intenso es ideal para darle cuerpo al potaje. Además, su desalinización adecuada es clave para evitar que quede demasiado salado. Para desalarlo, comerciantes y consumidores aconsejan dejarlo en agua fría en la nevera durante al menos tres días, cambiando el agua varias veces al día.

Pero, además del garbanzo y el bacalao, no puede faltar un toque de espinacas, que aportan frescura y color al plato. Por otro lado, el huevo duro también es un buen complemento para darle cremosidad y un toque final que siempre gusta.

«Yo lo preparo con garbanzos, un poco de alubias, bacalao, espinacas, huevo cocido, pimentón y un toque de harina. Para desalar el bacalao, lo deja toda la noche en agua y lo lavo bien antes de cocinarlo. Me gusta darle un toque único. No toda la gente lo hace igual. La clave está en saber cocinarlo bien y, aunque algunas personas le agregan arroz o patata, hay a gente que eso no le gusta», han asegurado algunos clientes como Manuela, habitual compradora del Mercado.

1) Dejar reposar el potaje: un truco fundamental es dejar reposar el potaje antes de servirlo. Si lo preparas el día anterior, los sabores se asientan mejor y el guiso tiene un sabor más intenso.

2) Cuidado con el punto de la sal: si usas bacalao salado, es fundamental desalado adecuado. Es aconsejable no vertir la sal hasta que no se haya probado el potaje, ya que el bacalao puede aportar suficiente salinidad.

3) Variedades personales: algunas personas añaden un poco de pimentón o incluso un toque de harina para darle espesor. Aunque cada familia tiene su receta secreta, estos ingredientes pueden hacer que el potaje sea aún más sabroso.

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