El nuevo edificio salmantino junto al Tormes que entra en la lista roja del Patrimonio

Pintadas, suciedad, árboles y vegetación entre los muros y las juntas de los sillares, escombros y erosión fluvial. Estas son algunas de las «patologías» que sufren los restos de la denominada Aceña del Cabildo o de Los Jerónimos, una edificación localizada en el río Tormes. Por eso se ha incluido dentro de la Lista Roja de Hispania Nostra, una herramienta de participación social creada con el fin de dar a conocer, sensibilizar y actuar sobre los elementos patrimoniales en riesgo de desaparición. Según el Ayuntamiento, se trata de una infraestructura de la Confederación Hidrográfica del Duero, que ayer no respondió a este periódico sobre su intención de arreglar el enclave.

Es el noveno elemento patrimonial de la capital incluido dentro del listado tras su incorporación el pasado 11 de enero. Hispania Nostra recoge en el informe que se ha perdido «casi por completo» la cubierta. Los muros presentan «falta de consolidación» y persisten las pérdidas de material.

Se suma la acumulación de escombros de este antiguo molino del siglo XVI, según estima el Catálogo de Elementos Etnológicos del Plan General de Ordenación Urbana, aunque posteriormente fue reformado. Es un antiguo molino vinculado al monasterio jerónimo de Santa María de la Victoria, que se ubicó en la Fábrica de Mirat. Su función era dar servicio al monasterio, ubicado a 130 metros de distancia. En siglos posteriores la aceña pasó a pertenecer al Cabildo, que mantuvo su actividad hasta el pasado siglo. Tuvo una nueva oportunidad en el año 2010 con la elaboración del Plan Especial de Protección del Río Tormes y del Arroyo del Zurguén, que preveía convertirla en un centro de interpretación acompañado por un gran auditorio al aire libre. Pero el plan se anuló cuatro años después al no haberse sometido al Estudio de Impacto Ambiental.

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