Los partidos del Gobierno (PSOE y Sumar) y sus socios independentistas (ERC, EH Bildu, Junts y PNV) bloquearon este martes la última opción de que el tren Ruta de la Plata vuelva a circular antes de 2040. Por solo dos votos, la proposición no de ley (PNL) presentada por el PP en el Congreso de los Diputados fue tumbada en la Comisión de Transportes. Los 17 votos de los populares y Vox, y la abstención de BNG no fueron suficientes frente a los 19 de las formaciones que respaldan al Ejecutivo Pedro Sánchez. Así, se rechazó la iniciativa defendida por el parlamentario popular José Antonio Bermúdez de Castro en la que instaba al Gobierno a «asumir de forma prioritaria y defender que se haga efectiva la inclusión del tramo ferroviario Astorga-Plasencia en la red básica ampliada de la Red Transeuropea de Transporte (RTE-T) dentro del Corredor Atlántico». El portavoz socialista en la comisión, César Joaquín Ramos, alegó que el PP pide «algo imposible» porque la revisión de ese plan «acabó en diciembre». «Europa ya ha decidido y nosotros aceptamos lo que Europa dice», esgrimió el diputado del PSOE dando por perdida cualquier opción de que la recuperación de la línea, ahora incluida en la red global y prevista para 2050, se adelante una década en el calendario de la UE.
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Ramos acusó así a Bermúdez de Castro de generar con esta infraestructura ferroviaria «expectativas que no son reales» y de «utilizar a los ciudadanos con fines partidistas» teniendo en cuenta que «cuando el PP gobernó no hizo ninguna de las tareas administrativas necesarias» para agilizar la reapertura de la Ruta de la Plata, como el estudio de viabilidad que ha adjudicado este año el Ministerio de Transportes. En la misma línea, desde Sumar, Alberto Ibáñez, apuntó que la propuesta popular no es viable «desde un punto de vista técnico solvente». Ante ello, el PSOE planteó una enmienda a la PNL del PP en la que dejaba en las manos de la Comisión Europea la decisión sobre el calendario de ejecución del eje ferroviario. Modificación que los populares rechazaron.
Ciertamente a finales del año pasado y tras los trílogos del Parlamento, la Comisión y el Consejo Europeos, se llegó a un acuerdo preliminar sobre la revisión de la Red Transeuropea. No obstante, según el eurodiputado del PP Pablo Arias, de momento no ha sido aprobado. Será a finales de abril, entre los días 22 y 25, cuando el Europarlamento, en la última sesión plenaria prevista en esta legislatura, se votará el RTE-T. Ya no cabe la posibilidad de presentar enmiendas, pero sí la opción de no aprobar el plan y que tenga que ser revisado de nuevo al inicio de la próxima legislatura. El Grupo Popular Europeo tiene claro que va a votar en contra por no haberse aceptado enmiendas que presentó, a pesar de que como la inclusión de la Ruta de la Plata en la red básica ampliada —para 2040— había sido aprobada previamente y por unanimidad en el Parlamento Europeo. Sobre la mesa estaría la muy improbable opción de que los partidos del Gobierno de España tratasen también de frenar el visto bueno definitivo a este calendario de ejecución de las infraestructuras europeas. Sin embargo, según critica Arias, precisamente el Ejecutivo español ha querido acelerar las negociaciones que se estaban llevando a cabo sobre la RTE-T en Bruselas, sacrificando la Ruta de la Plata, para «vender el acuerdo como un logro de la Presidencia española de la UE».
Una vez que la revisión de la Red Transeuropea de Transportes reciba el visto bueno definitivo, la siguiente revisión no llegará hasta, al menos, dentro de siete años. Pero, incluso así, el diputado popular José Antonio Bermúdez de Castro plantea que el Gobierno podría haber aceptado la proposición no de ley con el objetivo de empezar a trabajar en que en la próxima actualización del plan de infraestructuras europeas, que podría aprobarse en 2032, la Ruta de la Plata pase incluirse en la red básica, dado que aún habría tiempo para que, con fondos europeos, se pusiese en servicio antes de 2040 y su ejecución no quede relegada a la siguiente década.
Ninguna de estas opciones para agilizar, con apoyo de Bruselas y financiación europea, la recuperación de la línea que conectaba Astorga y Plasencia, a través de Salamanca, se contemplan por parte del Gobierno actual, que, a través del Partido Socialista, dio por perdida toda opción de acelerar la ejecución de esta infraestructura. De hecho, el Ministerio de Transportes ya ha dado a entender que no se adoptará ninguna decisión sobre la recuperación de esta línea hasta que no se disponga del estudio de viabilidad, previsto para 2026.
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