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«Os convoco (...) para hablaros al corazón. Si Dios quiere, os propongo que nos juntemos el 31 de agosto a las 22:00 en la última sesión de este año de las Noches de Pan y Luz». Con la firma de «presbítero» y ya perdido todo rastro de su puesto como párroco de La Purísima, que ya ha asumido Jorge García, el salmantino Policarpo Díaz, que ha denunciado que sufrió abusos por parte de otro sacerdote, ha hecho un llamamiento a sus feligreses para que escuchen las causas del retiro que le han mantenido durante un año en León.
La convocatoria, hecha pública a través de la web de la Unidad Pastoral Centro Histórico y las redes sociales de las parroquias implicadas (La Purísima, San Julián, San Sebastián y San Martín) va dirigida directamente a los feligreses tras haber solicitado permiso a Antonio Matilla, el 'socio' con el que ha compartido labores parroquiales durante los últimos ocho años.
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Díaz, que firma la carta desde León y la fecha el 15 de agosto, lugar donde está haciendo su particular retiro, se dirige a los parroquianos haciéndoles partícipe que ya no será párroco de La Purísima tras conocer los nuevos nombramientos y su sustituto Jorge García. «Eso significa que no seguiré entre vosotros como párroco», aclara.
Tras mostrar su cariño a todos los feligreses con los que ha compartido desde bodas, bautizos, comuniones, encuentros, retiros y convivencias, Díaz aclara que «hay cosas que contar». «Os tengo que hablar de un importante aspecto de mi vida, que en este momento se ha vuelto crucial», reconoce.
Asimismo, reconoce que las «heridas» que le hicieron salir de Salamanca y refugiarse en León «aún no se han curado». «Con toda seguridad, hará falta más tiempo», asume. Por ello, se compromete a ser «sincero» para evitar las confabulaciones que puedan haberse generado por el tiempo que ha permanecido fuera de la Diócesis de Salamanca. «No estamos ya en tiempos de enigmas, misterios y secretos... que al final dan como resultado fantasías, chismes y fabulaciones que al final se convierten en mentiras, medias verdades y distorsiones de la realidad y de las personas... lo que los expertos llaman fake news». Por ello, anima a los fieles como Pueblo de Dios «adulto y maduro» para escucharle, comprenderle y acogerle.
Puede resultar llamativa la convocatoria a los feligreses de las diez de la noche en La Purísima. Sin embargo, la iniciativa de 'Noches de Pan y Luz' se celebra a esa hora. Este acto nació hace cinco años y se celebra los jueves de julio y agosto basado en la reflexión, la contemplación y la oración. La celebración se realiza 'a puerta cerrada'. Diez minutos después de las diez de la noche se clausuran las puertas del templo para garantizar intimidad.
A continuación la carta íntegra de Policarpo Díaz publicada en la web de la Unidad Pastoral Centro Histórico
Querida comunidad cristiana de la Unidad Pastoral del Centro Histórico de Salamanca.
El pasado lunes, víspera de la Asunción, salieron públicos los nombramientos diocesanos que suponen cambios en las distintas parroquias de la Diócesis. En esa lista, no sólo no aparezco, sino que, además, en la Unidad Pastoral del Centro Histórico, aparece, sustituyéndome, Jorge García. Eso significa que no seguiré entre vosotros como párroco, aunque siempre seguiremos vinculados en el amor a Jesucristo, en la misma Iglesia, que es la base de la fraternidad y la que ha fundado nuestra relación de amistad y de cercanía.
Los vínculos que, en estos ocho (nueve) años de camino común, con sus altibajos; con sus etapas, con sus hitos… son -al menos desde mi punto de vista como pastor- de tal calado, que os considero amigos, hermanos, padres, hijos… Habéis sido mi familia. A vosotros os he tratado de servir con el amor del Señor. Aunque soy consciente de las imperfecciones en mi vida y en mi ministerio, sin embargo, creo que siempre he estado dispuesto a serviros y a aprender de vosotros. He sido testigo de amor que está clavado en vuestros corazones desde el bautismo. Hemos disfrutado mucho de este camino de Comunión y Vida: Eucaristías, Celebraciones (de todo tipo, desde bautismos a exequias, pasando por matrimonios, unción, celebraciones de la Palabra, bodas de plata y oro…), encuentros, retiros, convivencias, reuniones de todo tipo de grupos (Biblia, adultos, catequistas, preparación de novios y de padres que piden el bautismo, procesos de evangelización con niños, adolescentes, jóvenes y adultos…), encuentros personales y familiares… Son tantas cosas en estos ocho (nueve) años… que son imposible de recordar, analizar, agradecer…
Pero -como en todas las familias-, a veces hay cosas que contar. Hay que sentarse en la mesa común de la fraternidad, en la que nos hemos sentados tantas veces, y hablar como un hermano habla con otro hermano; o un amigo lo hace como otro amigo. Sin miedo a la fragilidad, a la debilidad y a las miserias que arrastramos por el polvo que se nos pega en las sandalias con las que caminamos. Os tengo que hablar de algún importante aspecto de mi vida, que en este momento se ha vuelto crucial.
Por eso, con permiso y conocimiento de Antonio Matilla, os convoco (¡qué preciosa palabra!) para hablaros al corazón. Si Dios quiere, os propongo que nos juntemos el 31 de agosto a las 22:00, en la última sesión de este año de las «Noches de Pan y Luz».
En este espacio oracional que tanto disfrutamos, ayudado por el Equipo, tendré el honor de dirigir. No os hablaré de otros, ni de cosas… os hablaré de mí, sólo de mí. Con la fraternidad propia de hermanos; y con la intimidad de los amigos. Pero antes escucharemos la Palabra que todo lo ilumina
Aún no se han curado las heridas que me hicieron salir de Salamanca y «refugiarme» en León y, con toda seguridad, hará falta más tiempo. Deseo reunirme con todos vosotros y hablaros. Dios me dará la fuerza para ser claro, sincero y fraterno. No estamos ya en tiempos de enigmas, misterios y secretos… que al final dan como resultado fantasías, chismes y fabulaciones que al final se convierten en mentiras, medias verdades y distorsiones de la realidad y de las personas… lo que llaman los expertos fake news. Y a vosotros, Pueblo de Dios adulto y maduro, os dará inteligencia racional y emocional para escucharme, comprenderme y acogerme y, sobre todo, para seguir en el barco de la Iglesia y estas parroquias que, igual que ya existían antes de que nosotros viniéramos a ellas, seguirán con su misión evangelizadora y pastoral más allá de nosotros.
Pero, sobre todo, vosotros y yo, recemos unos por otros. La oración es la mejor manera de mantenernos unidos, pedir y dar gracias unos por otros y juntos alabar al Señor que sigue haciendo maravillas y de nuestras flaquezas saca fortaleza.
Con todo mi cariño y respeto. Os espero. Poli Díaz. Presbítero.
En León a 15 de agosto de 2023. Solemnidad de la Asución de la Virgen María a los Cielos, patrona de Guijuelo, pueblo en el que nací y fui bautizado.
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