La dura realidad de las víctimas de las novatadas: «Se pasa realmente mal»

«He denunciado varias veces públicamente lo que se vive en las novatadas. Estoy totalmente en contra de ellas porque algunas te dejan tan mal que quedas totalmente humillada. Se pasa realmente mal». Son las desvastadoras palabras con las que una estudiante de Administración y Dirección de Empresas relata lo que vivió cuando llegó a Salamanca para empezar la carrera y se topó con los veteranos de su facultad.

Desafortunadamente, son muy pocas las personas que, todavía a día de hoy, deciden plantarle cara al típico grupo de personas que siempre sale a la luz en cada curso para promover estas actuaciones.

«Cuando llegas a la universidad y te proponen participar en las novatadas, a ver quién se atreve a renunciar a ellas. Si renuncias, te enfrentas a quedarte aislada», asegura Natalia Lorenzana, que añade que «cuando, por ejemplo, ibas a la biblioteca o a pasar algo de tiempo a cualquier zona común, el resto de personas se levantaban para no estar a tu lado si no habías ido a las novatadas».

Daniel del Castillo estudia Periodismo en la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca. Pese a que son muchos los prejuicios que se ciñen sobre las novatadas, recuerda con anhelo lo que vivió cuando llegó a su colegio mayor, el Tomás Luis de Victoria, para cursar su primer año de carrera.

«No tengo malas palabras hacia mis novatadas porque, en un colegio mayor, se viven de forma distinta. Ni siquiera son novatadas. Son jornadas de convivencia en las que todos los residentes participan. En ellas, había risas, retos, bromas, pero siempre predominaban el respeto y la diversión», recuerda Daniel del Castillo, asegurando que «las novatadas que se hacen en los colegios mayores son muy distintas a las que se dan en las universidades».

• Temas
• Universidad de Salamanca