Los veteranos desafían las prohibiciones con unas novatadas que no cesan

Septiembre siempre ha sido el mes de las novatadas. El comienzo del curso universitario confluye con los rituales que los estudiantes veteranos organizan para dar la supuesta bienvenida a los novatos. Lo hacen desafiando a la ley, sorteando su prohibición y sin paliativos. Durante estos días, muchos de ellos se están dejando ver por los parques de la ciudad, eludiendo cualquier tipo de responsabilidad.

Ponerse de rodillas, introducirle un embudo en la boca a un novato para echarle sangría o vodka a chorros hasta que cae mareado, usar a la persona de cenicero, hacer que alguien beba vinagre o vino mezclado con posos de café o gel de baño u obligar a que alguien se dé una ducha de agua fría. Son algunas de las acciones vejatorias que se llevan a cabo durante estas iniciativas, perseguidas desde que entró en vigor la Ley de Convivencia Universitaria el año pasado por las autoridades, pero las hay más salvajes y que terminan con la dignidad de la persona que las sufre. Tanto es así que familias y profesores temen por sus hijos cuando acceden a colegios mayores, residencias o nuevas titulaciones, ya que, con algunas de estas 'bromas', pueden resultar heridos.

Para evitar estos comportamientos denigrantes, autoridades, instituciones y profesorado unen fuerzas en el inicio de curso, estableciendo una serie de protocolos y mecanismos de actuación, los cuales pueden derivar en saciones que van desde la apertura de un expediente a la expulsión de un centro, pasando por la prohibición de que se puedan examinar.

Las novatadas llevan años en el punto de mira de las autoridades universitarias, pero este mes de septiembre será el segundo en el que estén prohibidas por la Ley de Convivencia Universitaria, que, en el artículo 11, recoge que «las novatadas son faltas muy graves» y que «si alguien es sorprendido haciéndolas, podría ser expulsado entre dos meses a tres años de la universidad».

Pese a seguir vigente esta prohibición, la lucha de las universidades y de los centros que cada año acogen a estudiantes por evitar que estos comportamientos se lleven a cabo de forma clandestina no cesa. Para evitarlas un año más, la Universidad de Salamanca ha activado la campaña 'Stop novatadas', poniendo a disposición de los estudiantes un teléfono que funcionará durante las 24 horas del día, donde se podrá denunciar de forma anónima y que también podrá utilizarse en los campus universitarios de Ávila, Béjar y Zamora.

El número al que se podrá llamar es el 677509157. Además, la Policía Local estará dispersa por las zonas en la que más afluencia de estudiantes se espera: Huerta Otea, el puente de la Universidad, la Plaza Mayor o los alrededores del Puente Romano.

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