De la defensa del español, a la lucha por el tren: los hitos del mandato de Rivero

«La enseñanza del español debería ser concebida como un proyecto de país y Salamanca es el buque insignia», ha llegado a decir en varias ocasiones Ricardo Rivero, a pesar de los años de cerrojazo de las fronteras por la Covid, nunca renunció a internacionalizar la Universidad de Salamanca con la enseñanza del español como vehículo.

Ha peleado hasta el final mayor financiación a través de los fondos adicionales europeos dentro del PERTe y ha convertido el Centro del Español de la plaza de los Bandos en un referente internacional de la enseñanza de la lengua de Cervantes.

Desde que accedió al despacho rectoral ha demostrado que es un firme convencido de que la Universidad además de ser transmisora y productora de conocimiento, debía involucrarse en la mejora de su entorno social más próximo y así ha sido.

La ultima «hazaña» como máximo representante de la ocho veces centenaria Universidad de Salamanca ha sido formar parte activa de un frente común con el resto de instituciones y la sociedad salmantina para exigir al Gobierno mejoras en la comunicación por tren con Madrid. El rector Ricardo Rivero ha sido muy consciente de que sin buenas comunicaciones con la capital de España es muy difícil que la institución académica crezca.

Rivero ha tenido dos puntales fundamentales en su mandato: el vicerrector de Economía, Javier González Benito y el gerente, Ricardo López. Con ellos o junto a ellos ha conseguido sanear las cuentas de la Universidad y que se empiece a hacer justicia económica en la Junta y se atiendan las demandas en función del número de alumnos. Su compromiso con Salamanca está fuera de toda duda y se puede resumir en una frase que ha repetido varias veces a lo largo de su mandato: «Traer 30.000 universitarios es llenar de vida y hacer cosmopolita una preciosa ciudad castellana Patrimonio de la Universidad».

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