Con los cables colgando en el portal año y medio: «Aquí nadie hace nada»

Una de las comunidades de vecinos pioneras en la mejora de la eficiencia y la accesibilidad en Salamanca fue la del Área de Regeneración Urbana Chinchibarra I. Las obras acabaron hace año y medio, pero los vecinos siguen muy descontentos con las compañías de telecomunicación que no han modificado el cableado que antes cruzaba su fachada. Tras ocupar parte de la antigua acera para instalar el ascensor, los tubos y cables han quedado en medio de la escalera.

La instalación exterior cuelga de las fachadas, en algunos casos en medio de las ventanas de las plantas bajas. Los vecinos mostraron su hartazgo. «Seguimos pendientes del soterramiento de los cables, pero aquí nadie viene a hacer nada», denunció Kika, una de las afectadas de la comunidad Hortensias 1. Recordó que durante el último temporal se desplomó una de las cajas de la fachada y dejó el resto de los cables por el suelo. «No me rompió la ventana de milagro», relató. «Tengo una vecina invidente que pasa por aquí todos los días, si están los cables ¿qué hubiera pasado?», se preguntó. Denunciaron a la Policía Local y los agentes, a su vez, a las compañías de telefonía por mantener esta situación, según relata. «Hemos presentado varias denuncias, quejas y de todo, pero aquí nadie hace nada», insistió. Karen, otra vecina, señaló ayer los cables casi a la altura de la cabeza que cuelgan de la fachada de su bloque, Margaritas 1. «Por dentro están igual, cuando llueve se nos mete el agua por los tubos». En el bloque de Kika un vecino, «que se dedica a esto», ha plastificado los cables para que no molesten al pasar, pero en la comunidad de Karen están como antes de la obra. «Solo nos dan largas y encima el servicio de telefonía va fatal. Internet apenas funciona y no viene nadie».

«No sabemos ni qué hacer, el Gobierno ha dicho que hay que retirar algunos cables de cobre y ahí siguen. No sabemos si reunirnos y mandar un fax amenazando que lo quitamos nosotros...», relata impotente Rosa Sereno, presidenta de la asociación de vecinos que impulsó la reforma. «Ya no es por estética, sino por los problemas para los vecinos. Lo sabe todo el mundo y me consta que también lo saben las compañías de telecomunicación, pero no hacen nada. No me parece normal». Lamentó que después de 14 años de lucha para conseguir la reforma y la instalación de los ascensores, «ahora no podemos rematar la obra porque los cables atraviesan las escaleras». Insiste en que no pueden cerrar las fachadas hasta que no retiren los cables. «No sabemos qué hacer, ellos no hacen nada y nosotros no podemos quitarlos porque no son de nuestra propiedad. Así llevamos ya año y medio».

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