Nuevo capítulo en la guerra familiar de los Ostos: Mari Ángeles Grajal reacciona a las graves acusaciones del hijo de su exmarido

El enfrentamiento entre los hijos del torero Jaime Ostos y su viuda, Mari Ángeles Grajal, sigue escalando. El último episodio tuvo lugar en el Hotel Wellington de Madrid, donde Jaime Ostos Jr. irrumpió sin invitación en una entrega de premios presidida por la doctora. Su presencia provocó un tenso altercado con su hermano Jacobo, que lo increpó públicamente. Ahora, ambas partes ofrecen versiones completamente opuestas de lo sucedido.

Jaime, el hijo mayor del torero, niega haber amenazado de muerte a Mari Ángeles y asegura que fue su hermano quien lo agredió cuando abandonaba el lugar en un taxi. Este martes, con el rostro visiblemente amoratado, acudió al programa 'Y ahora Sonsoles', donde mostró la denuncia que ha interpuesto contra Jacobo por agresión.

Por su parte, Jacobo ha dado su versión en 'TardeAR', negando rotundamente haber golpeado a su hermano. Según él, Jaime asistió al evento con la intención de provocar y lanzó amenazas contra su madre. Además, rechazó las acusaciones de ser una persona agresiva y calificó de «barbaridad» las declaraciones de su hermano, quien afirmó que en su día lo empujó por las escaleras, causando su hospitalización durante tres meses y una infección por coronavirus que casi le cuesta la vida. Ante estas acusaciones, Jacobo ha anunciado que ha denunciado a su hermano por injurias y calumnias.

Mientras tanto, Mari Ángeles Grajal ha optado por el silencio. Manteniendo su rutina con aparente normalidad, este jueves, acudió a la clínica donde trabaja sin pronunciarse sobre las graves acusaciones de Jaime contra Jacobo. Al ser preguntada al respecto, se limitó a sonreír y suspirar con resignación.

«No os voy a contar nada», zanjó la doctora antes de realizar una llamada telefónica para informar de que ya estaba en su puesto de trabajo. Ante los rumores de que ella sería quien influye en su hijo y estaría detrás de sus declaraciones, respondió con una mueca de risa, un leve asentimiento y un encogimiento de hombros, sin decir una palabra más.