Los números dan la razón a Chiapas con Amaro y Mati

A Jehu Chiapas le costó más explicar a la opinión pública porqué Amaro y Mati tenían que ser sus centrales que tomar la decisión en sí. «Amaro tiene que ser nuestro Mascherano», dijo nada más volver del parón navideño. «Para no poner ejemplos raros, Amaro tiene que ser como yo», apostilló en su siguiente intervención. Nueve partidos después de reubicarles en el eje de la zaga los números le dan la razón. En este periodo de tiempo el Salamanca UDS tan sólo ha recibido 3 goles —un 30% del total—, y tan sólo uno de ellos le costó puntos al equipo, el encajado en el minuto 76 del choque frente al Mirandés B en el Ence.

Ese aparece como el lunar de una trayectoria (casi) inmaculada para los dos jugadores salmantinos actuando como centrales, en lugar de en su posición base en el centro del campo. A partir de ahí, sus datos son implacables. Mati lleva jugados 777 minutos como defensa central y su ratio de gol encajado por minutos de juego es el mejor de los 8 jugadores que han actuado en esa zona. Con él en el campo, el Salamanca recibe un gol cada 259 minutos. «Para mí no es una posición desconocida, es una demarcación en la que me siento cómodo y bien», dijo al respecto a este diario.

Amaro tiene un promedio muy ligeramente inferior: 251 minutos para que el equipo encaje un gol. Lleva jugados 754. «Para mí es todo un aprendizaje, jugar ahí supone estar más concentrado mentalmente», analizó su nueva demarcación la pasada semana en este diario.

Como pareja de centrales como tal, los dos acumulan ya más minutos que nadie, con un total de 697. Son casi dos partidos más que los que jugaron la pareja Souley y Durán esta misma campaña, que era a la que más fe le tenía Chiapas antes del parón invernal y de la marcha del central andaluz. En ese periodo encajaron los mismos 3 goles.

• Temas
• Tercera RFEF