El hornazo dulce que nada tiene que ver con Salamanca

Los habitantes de Salamanca esperan con impaciencia durante todo el año la celebración del tradicional Lunes de Aguas, que inunda de ambiente las riberas del Tormes en toda la provincia, y que se celebra el primer lunes después del lunes de pascua.

El chorizo, el jamón, algo de panceta, huevo cocido y lomo, todo ello envuelto en una masa que resiste su contenido, da forma al hornazo que tantas tardes ha acompañado las mesas de familias y amigos.

La palabra hornazo puede tener varios significados dependiendo de donde nos la encontremos. Quizá en Salamanca es una comida típica, en una fábrica de electrodomésticos es un horno muy grande y en Huelva, un postre para los días de Semana Santa.

La población onubense utiliza esta receta los años suficientes años como para convertirse en tradición. Se trata de un dulce muy típico de Huelva en Semana Santa. Este hornazo poco o nada tiene que ver con otros, ya que se trata de una masa, extendida a modo de torta horneada y con una capa superior de huevos, almendra y cabello de ángel. Este dulce se dice originario del pueblo onubense de Trigueros, pero lo cierto es que se ha convertido en todo un referente de la provincia, encontrándose en muchos otros pueblos como Moguer o en la propia capital.

Ningún habitante que se encuentre entre Fuentes de Oñoro a Alaraz y de Ledesma a La Alberca se imaginaría tener que rellenar un hornazo con productos dulces, y, aunque la idea parezca innovadora, de momento no convence en Salamanca.

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