Los estás guardando mal: estos son los sencillos trucos para que tus plátanos no se pongan 'malos'

Los plátanos son una de las frutas más consumidas en los hogares, pero también una de las que más rápido se deterioran si no se almacenan correctamente. Aunque muchas personas los colocan en la encimera de la cocina o en la nevera, expertos en conservación de alimentos advierten que estas prácticas podrían estar acelerando su maduración y reduciendo su vida útil.

«El plátano sigue produciendo etileno después de ser cosechado, un gas que estimula el proceso de maduración. Si se almacenan juntos o en ambientes poco ventilados, ese proceso se intensifica», explica Carla Méndez, nutricionista especializada en alimentos frescos.

Dejar los plátanos sobre la encimera, especialmente en zonas cálidas o expuestas al sol, provoca un aumento en la temperatura del fruto y acelera la producción de etileno. Por otro lado, introducirlos en el frigorífico detiene la maduración de la cáscara, pero afecta la pulpa: la vuelve blanda y oscura, incluso si la piel todavía parece en buen estado.

Según los especialistas,la forma más efectiva de conservar los plátanos es colgarlos en un lugar fresco, seco y alejado de otras frutas. También se recomienda envolver el tallo del racimo con papel film o aluminio para reducir la liberación de etileno. Separar los plátanos del racimo una vez que comienzan a madurar puede ayudar a frenar el proceso en el resto.

Además, para quienes no lleguen a consumirlos a tiempo, una alternativa es pelarlos, cortarlos en rodajas y congelarlos. De esta manera pueden aprovecharse en batidos, repostería o postres caseros, evitando el desperdicio.

Pequeñas acciones en el manejo diario de los alimentos pueden marcar la diferencia entre el consumo y la pérdida. Conocer la forma adecuada de conservar frutas como el plátano no solo permite ahorrar dinero, sino también reducir el desperdicio alimentario en los hogares.