

Secciones
Destacamos
Domingo, 12 de diciembre 2021, 19:11
Existen tareas del hogar para todos los gustos, hay quienes prefieren barrer el suelo o limpiar el polvo. Sin embargo, hay otras faenas que nadie quiere hacer y que se suelen posponer durante meses.
Una de ellas es la limpieza de las persianas. Aunque no les prestemos mucha atención, son uno de los elementos que más se ensucian. Además, si vives en un piso elevado, lavar las persianas por fuera no resulta una tarea fácil, y aquellos valientes que no renuncian a dejarlas como los chorros del oro pueden poner en riesgo su vida. Por ello, aquí traemos algunos trucos para dejarlas como nuevas sin peligro.
En primer lugar, hay que tener en cuenta de qué material está hecha nuestra persiana: madera, PVC, plástico, aluminio... La naturaleza de cada persiana reclama un tipo de producto diferente. El color también será determinante a la hora de limpiar ya que quitar las manchas del blanco, uno de los colores más típicos, resulta más complicado.
Cuando tenemos acceso al exterior de la persiana, la limpieza es mucho más sencilla: bajamos la persiana de forma parcial para que tengamos acceso a las típicas ranuras, donde se acumula la suciedad. Cogeremos un cepillo de cerdas blandas y limpiaremos bien de arriba abajo para deshacernos de la suciedad. Tras cepillar la persiana, debemos aspirarla tanto por dentro como por fuera.
Ahora, libre de polvo, pasamos una bayeta con agua y jabón neutro, de izquierda a derecha y de arriba abajo (si la suciedad está muy pegada, se pueden utilizar productos más específicos no abrasivos). Cuando esté bien limpia, es importante secarla utilizando un trapo de algodón y hay que dejarla desenrollada para luego limpiar el interior.
Si no tenemos acceso al exterior de las persianas la solución tradicional es abrir el cajón superior donde se enrolla la persiana. No vayas a pensar que abrir el tambor de la persiana es una tarea complicada. Hay diferentes tipos: algunos están atornillados, por lo que necesitarás un destornillador para quitar la tapa. En otros casos están cerrados a presión y podrás abrirlos haciendo palanca con un destornillador plano.
Una vez que hayas retirado la tapa, podrás observar que en el tambor también se acumula mucha suciedad. Puedes utilizar la aspiradora para retirar el polvo y otros restos que se hayan podido colar, o si lo prefieres un cepillo de mano. Cogemos una escalera y con un cubo lleno de agua y jabón se va limpiando la parte visible de la persiana enrollada.
A continuación, desenrollamos un poco la persiana hasta que ya no vemos la parte que hemos limpiado y quitamos la suciedad de la siguiente vuelta. Repetimos el procedimiento hasta que hayamos limpiado la persiana al completo.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Sigues a L.G.. Gestiona tus autores en Mis intereses.
Contenido guardado. Encuéntralo en tu área personal.
Reporta un error en esta noticia
Necesitas ser suscriptor para poder votar.