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Jueves, 13 de octubre 2022, 11:32
Las cremalleras es uno de los complementos más útiles en nuestra ropa y es que son sustitutos de los botones, que a veces se convierten en un quebradero de cabeza para unir. La prenda donde más se usa este es en pantalones y chaquetas, pero a pesar de su comodidad y rapidez, hay ocasiones que nos puede jugar una mala pasada.
A veces puede ocurrir que las cremalleras se rompan o se atasquen y para ello hay algunos trucos prácticos que nos pueden sacar de un apuro.
Si el problema es una cremallera completamente atascada y que no cede, la mejor opción es usar un lubricante, como el grafito de un lápiz, que es sirve de desatascador. Sólo hay que deslizar la punta del lápiz a lo largo de la cremallera, en el punto en el que se atasca el deslizador. Deslice la cremallera hacia arriba y hacia abajo hasta que se deslice perfectamente.
Si el problema no se debe a un atasque, si no a una doblez de un diente, equípate con unas pinzas y endereza el metal afectado hasta que la cremallera transite con normalidad.
Por otro lado, si las bisagras no cierran la cremallera a su paso por la misma será porque estas han perdido presión. La mejor opción es apretar la cabeza de esta cremallera para ejercer la presión suficiente.
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