Ducha con agua fría: lo mejor para la salud y empezar el día a tope

En invierno, y con las temperaturas que estamos sufriendo, ¿a quién no le apetece darse una buena ducha con agua caliente? Sin embargo, no toda la gente conoce los beneficiosos efectos que tiene hacerlo con agua fría, aunque después vayas a salir a la calle y enfrentarte a los rigores del invierno.

Los expertos tienen claro que ducharse con agua fría tiene efectos tremendamente beneficiosos para la salud.

Uno de ellos es que acelera el metabolismo, consumiendo azúcares y grasas, sin duda algo bueno para poder perder peso.

También ayuda a que el cuerpo, con el paso de las horas, se relaje, ayudando al sueño. Antes, tras la ducha, estaremos mucho más despejados para poder afrontar las actividades profesionales o familiares a lo largo del día.

Si meterse en el mar aunque el agua esté fría es bueno para los huesos y los músculos y la circulación, evidentemente también lo es ducharte en casa con el agua a varios grados menos de lo habitual. La sangre llegará cargada de oxígeno a las distintas partes del cuerpo.

Son muchas las personas que tienen problemas con la piel y ducharse acaba afectando a la piel y el cabello. Pero si lo haces con agua fría se estira la piel, permitiendo la tonificación. En cuanto al pelo, ayuda a que su caída sea menor.

Con la ducha fría se activan los receptores térmicos, así como las neuronas en la piel, lo que lleva a que lo haga el cuerpo. Así como el sistema nervioso y eso hace que estemos más atentos y tengamos un mejor humor.

Y otra de las consecuencias del agua fría es que estimula la secreción de testosterona, lo que con el paso del tiempo tiene un efecto positivo en la líbido. Y mejora la fertilidad gracias a la producción de más esperma.

A veces cuesta, pero ya hemos visto que la ducha con agua fría, aunque sea en estos meses, nos ayudará a tener una mejor salud.

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