Así podrás cocinar sardinas en casa y sin preocuparte de los olores

Los espetos son uno de esos manjares que por desgracia no saben igual en casa que si los tomamos en la playa. Y es que además de la ubicación ideal que es tomarlos en la costa, la forma artesana de cocinar este pescado que tienen los espeteros y que hace que estén exquisitos, también provoca que el sabor y el gusto sean incomparables.

Aunque será muy complicado que estas sardinas sepan igual de bien si la hacemos en nuestra casa que si las comiéramos en una playa malagueña, con este truco podremos acercarnos mucho y disfrutar de este plato en cualquier época del año, y todo sin preocuparnos de que los olores inunden nuestras casas.

Los ingredientes serán los siguientes:

- Sardinas de pequeño tamaño, 5 o 6 por persona.

- Sal gruesa.

- Aceite de oliva virgen extra.

- Papel de horno.

Y ahora comenzamos con el proceso.

Lo primero es limpiarlas con un paño con cuidado para quitar las escamas sueltas. Tras esto procederemos a ensartarlas en los espetos, para ello sujetamos la sardina con una mano y clavamos el espeto por debajo de la sardina; cuando tengamos todas las que nos entren en el palo, procederemos a salarlas bien con sal gorda.

Después de ya tener los espetos preparados, engrasaremos papel de horno con aceite de oliva y colocaremos el pescado en esta parte con el líquido para acabar doblando el papel envolviendo a las sardinas y cerrando ligeramente los bordes.

Tras la elaboración, para el cocinado necesitamos calentar una sartén hasta que esta esté bien caliente, cuando esto suceda pondremos nuestras sardinas envueltas en papel de horno de manera que el espeto quede por encima de la espina.

Un par de minutos por cada lado y listo, ya tendremos nuestros espetos caseros listos.

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