Ruta de la Garganta del Oso desde Candelario, el espectáculo del agua

Un espectáculo que en primavera, coincidiendo con el deshielo, se hace todavía más llamativo. La ruta es sencilla y circular.

El único punto negativo es que los últimos 2,5 kilómetros se desarrollan por la carretera de Navacarros.

Al pie de esta vía hay que dejar el vehículo para ascender por un camino forestal entre robles y pinos. A la altura del puente sobre el río del Barquillo hay que abandonar la pista para tomar un estrecho sendero a la izquierda entre pinos que en apenas unos metros llega hasta la garganta del Oso. El virulento discurrir del agua conforma una estampa muy singular y bella.

Hay que deshacer lo andando para regresar al puente y poner rumbo a Candelario por una vereda circundada por robles y castaños. A la altura del kilómetro 4 hay que prestar mucha atención porque a la derecha aparecerá la entrada a la plaza de toros de Antonio Toribio, una de las joyas desconocidas de la sierra de Candelario y una sorpresa inesperada en esta ruta.

Además de perderse por las callejuelas de Candelario entre batipuertas y regaderas, merece la pena caminar hasta algunos parajes cercanos al casco urbano como la Cruz del Herrerito, los antiguos lavaderos o la cascada de la Mangá. Además, junto a la última curva de la carretera entre Béjar y Candelario hay una explanada de la que sale un sendero que llega a las pequeñas pozas de baño del río Cuerpo de Hombre.

Descubre aquí el recorrido.