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Ahora que el calor aprieta, un chapuzón nunca viene mal, aunque en las regiones del interior lejanas de la costa lo tienen un poco más difícil para bañarse y huir de las altas temperaturas.
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José Fuentes Rajo
A pesar de que en la provincia contamos con múltiples piscinas naturales, parece que en verano, una vez cogido el coche, resulta más apetecible visitar nuevos lugares y despejarnos con una escapada a entornos no muy lejanos.
Una opción ideal sería disfrutar de las aguas del río Alberche a su paso por la provincia de Ávila, más concretamente en las playas naturales de Navaluenga, junto a un puente románico del siglo XVI que ofrece unas vistas de ensueño a un precioso paraje natural.
El sitio, además, cuenta con merenderos, chiringuitos, baños y duchas, por lo que lo convierten en un sitio ideal en el que pasar un día de ocio.
Además, la zona también ofrece múltiples opciones de ocio natural y de un alto valor paisajístico como son los picos de Lanchamala, con 1.995 metros del atura, que se pueden explorar en la Garganta que lleva su nombre y en la que a su vez se encuentran los picos de La Rubiera, con 2.003 metros.
Otros puntos de interés son la Dehesa de Trampalones, ideal para los amantes de la botánica; la Reserva Natural Valle de Iruelas, incluida dentro de la Red de Espacios Protegidos de Castilla y León; o la Garganta del Barranco Cambronal.
Y en cuanto al Patrimonio Histórico y Monumental, el propio municipio de Navaluenga cuenta con la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de los Villares, una construcción gótica que data de los siglos XIII al XIV; un Potro de Herrar, una construcción tradicional de las zonas ganaderas, donde se herraban las vacas; y el citado puente románico.
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