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El centro y norte de Europa está repleto de pintorescas mansiones que bien podrían aparecer en la serie de 'Los Bridgerton' o en la saga de Harry Potter y que suscitan el interés de un gran número de turistas que desean ver y sentirse como uno de los personajes de 'Orgullo y Prejuicio'.
Sin embargo, no hace falta viajar muy lejos para poder ver con nuestros propios ojos una de estas joyas que han dejado en herencia la aristocracia, ya que en Cantabria se encuntra uno de estos idílicos parajes, y no nos referimos al Palacio de la Magdalena, sino a La Casona de las Fraguas, en Arenas de Iguña.
Esta noble casona cántabra, construida entre los siglos XVIII y XIX con piedra de mampostería, sillería y entrepisos de madera, fue residencia de la Marquesa de Cilleruelo y el Conde de Moriana hasta el año 1910.
Posteriormente, su hijo, el primer Duque de Santo Mauro, heredó la propiedad y construyó en el mismo terreno la Casa de Los Hornillos entre 1899 y 1904.
Diseñada por el arquitecto británico Ralph Selden Wornum, esta impresionante residencia de campo de estilo inglés presenta elementos como arcos góticos, ventanas tipo tudor, verandas y altas chimeneas de ladrillo. Este edificio recibió en varias ocasiones la visita de los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia y, además, inspiró el diseño del Palacio Real de La Magdalena en Santander.
De hecho, esta casa guarda un gran parecido con la mansión de Shipton Court, ubicada al norte de Inglaterra, también de estilo inglés.
Arenas de Iguña también alberga muchos otros enclaves turísticos, sin ir más lejos, la Iglesia de San Jorge es el vivo retrato del Partenón en Grecia, por lo que visitar esta ciudad supone un acierto total si se desea viajar por el interior del país.
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