La aldea portuguesa ideal para escaparse en otoño que recomienda National Geographic

Se trata de un pueblo ideal para hacer una escapada durante el otoño, está lleno de curvas y cuenta con un marco natural inigualable. Ubicado en plena Serra da Lousã, cuenta con varias casas que han sido restauradas en los últimos años y que conforman una aldea que ha sido rescatada del olvido.

En la pequeña localidad de Talasnal, a algo más de tres horas de Salamanca, se encuentra un destino cargado de atracción por las increíbles vistas que se pueden observar desde su mirador. Caracterizada por el color blanco roto y el amarronado de sus pequeñas 'chozas', las cuales sorprenden por lo apiñadas que están, y por los colores rojizos y grisáceos que regalan sus cielos, es la segunda aldea más grande de Portugal y ha retornado a la memoria de los excursionistas que buscan lugares idóneos a los que ir en esta época por su patrimonio arquitectónico y tejido cultural.

Según National Geographic, una de las cosas que más 'enamoran' a quienes transitan por esta sierra portuguesa es, sin duda, el verde que predomina en sus pequeñas callejuelas por las muchas enredaderas y plantas que adornan sus fachadas. Incluida en la lista de lugares de importancia comunitaria, tiene una belleza que va más allá de su piedra y tras la cual radica una historia que ha hecho y sigue haciendo que no se pierda la esencia local, en la cual cobraron mucha importancia los pastores.

De entre las calles que más gustan a los excursionistas que se decantan por Talasnal, figura la principal del pueblo, que sigue la pendiente que dibuja la ladera y que se divide a lado y lado en callejones que merecen la pena ser transitados. Además, uno de los factores que encandilan a sus visitantes es su gastronomía variada y cargada de sabor, entre la que destacan platos tan típicos de l zona como la 'chanfana', que e suna carne vieja de cabra cocida en vino tinto, o sus 'talasnicos' (unos dulces de miel y castañas).