Domingo, 27 de agosto 2023
Damián Castaño fue el auténtico triunfador del cierre de las Corridas Generales de Bilbao 2023 firmando una de las faenas más emotivas e intensas de la última semana de toros en el Antiguo Bocho. Y lo hizo cortando una oreja a su segundo después de haber pasado por la enfermería tras ser embestido por su primero, en el que también perdió el premio con la espada.
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El diestro salmantino fue el único que sacó tajada de un encierro de Dolores Aguirre grande y manso, arduo y complicado. En su primero realizó una meritoria faena sujetándolo en los medios para robarse unos pases cortos y airosos. Pero falló con la espada y cuando iba a descabellar por tercera vez, el toro lo prendió por el muslo viviéndose unos dramáticos momentos.
Tras pasar por la enfermería, donde se descartó la cornada, salió para matar al sexto bajo la lluvia. Su aparición de nuevo en el ruedo resultó heroica y fue aclamado por el público. Y lo hizo con una faena de verdad, con la montera calada, en la que enlazó muletazos largos, de mano baja, con la figura encajada, acompañando en algunas ocasiones la embestida con todo el cuerpo. Tras una estocada, paseó una oreja con fuerte petición de la segunda.
Ovación de despedida a López Chaves
Por su parte, López Chaves, que se despedía del coso bilbaíno, consiguió dos ovaciones en los toros que le tocó en suerte. El diestro ledesmino firmó una actuación muy meritoria, pero perdió sus posibilidades de triunfo por los aceros. A su primero lo pasaportó con arrijo y gallardía en una faena marcada por la incertidumbre de su oponente y, ante el melocotón quinto, firmó pasajes de gran temple y autoridad ante un astado que nunca se entregó en sus telas. De nuevo, falló a espadas.
Antonio Ferrera no perdió demasiado el tiempo con su primero, que se defendió con genio, y movió en un trasteo sobre las piernas al cuarto, un auténtico zambombo, mientras arreciaba el aguacero.
La ficha
Seis toros de Dolores Aguirre, de descomunal volumen, todos rondando o sobrepasando los 600 kilos, y la mayoría de muy bastas hechuras. Compusieron un encierro muy descastado, bravucones en varas pero sin celo alguno ante los engaños, aunque sin desarrollar excesivas complicaciones.
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Antonio Ferrera, de blanco y oro con remates negros: media estocada desprendida y dos descabellos (silencio); estocada contraria (silencio).
Domingo López Chaves, de grana y oro: pinchazo y media estocada delantera desprendida (ovación); dos pinchazos y bajonazo (ovación).
Damián Castaño, de azul azafata y oro: tres pinchazos, tres descabellos y otros cuatro descabellos de Ferrera (silencio tras aviso); estocada tendida (oreja).
Castaño fue volteado al descabellar a su primero, pasando a la enfermería para ser atendido de distintas contusiones y salir luego a matar al sexto.
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Chaves, que se despedía de esta plaza, fue homenajeado con un aurresku de honor antes del paseíllo.
Tarde meritoria de todas las cuadrillas, entre las que Ángel Otero, Albero Carrero y Joao Ferreira saludaron en banderillas.
Octavo y último festejo de abono de las Corridas Generales, con una muy escasa entrada (unos 2.000 espectadores), en tarde nublada y de fuerte lluvia intermitente, con el ruedo en pésimas condiciones desde el inicio.
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