Vacas de Arjona y La Interrogación sesteando ya en Coto Mayor de Vera, la finca de Juan Manuel Criado.

El nuevo tesoro de la familia Criado: el reencuentro con sus orígenes

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La familia de ganaderos mirobrigenses inicia una nueva aventura con la adquisición de una partida de vacas santacolomeñas a Javier Sánchez Arjona y Ángel Casasola con las que darán contenido a un nuevo hierro que se anunciará como Auxilio Holgado

Javier Lorenzo

Salamanca

Sábado, 1 de febrero 2025, 07:15

Un reencuentro con la historia. Con los orígenes. Con la apuesta primigenia del abuelo que hoy retoman su hijo y su nieto. Tres generaciones después vuelve la sangre Santa Coloma a Coto Mayor de Vera, el refugio de una familia de ganaderos salmantina. Juan Manuel Criado tuvo en sus manos las reses de Santa Coloma que herraba a fuego con el histórico hierro de la interrogación (¿) tras la compra que le hizo al histórico e inolvidable Raboso en 1989. Le duró poco más de una década, la calidad de aquellas reses sufrían el lastre de la poca cara y el reducido volumen en un momento en el que se pedía en las plazas toros con desarrolladas defensas, amplio aparato y muchos kilos, lo que hizo al ganadero desistir y dar un giro de timón en el rumbo de su apuesta. Viró a Domecq, vía Algarra. Manuel Criado, en su treintena y sin llegar a conocer los animales de Coquilla en su finca, llevaba en sus genes esa misma pasión por las reses de un origen que hoy camina a contracorriente en un momento en el que más que el toro de encaste Domecq, imperan las reses de poco más de media docena de hierros que, con sus respectivas sucursales, acaparan la gran mayoría del mercado bravo. No importa, la pasión por el toro bravo ha podido. Es también el aval de la distinción lo que juega a su favor, y la calidad innata de unas embestidas que no tienen parangón. Manuel ha refrescado la pasión y ha fortalecido la debilidad de su padre, Carlos Criado, y junto a su madre y a su hermana han empezado una nueva aventura. El año pasado surgió la oportunidad de comprar unas vacas en casa de Javier Sánchez Arjona y de la Interrogación de Casasola. Un capricho muy selecto y reducido. Una treintena de vacas, a las que se unía la camada de eralas de Javier sin torear. Algunas de ellas las vieron tentar todavía el año pasado en El Collado, otras este invierno ya en su finca extremeña, y aún les hacen los ojos chiribitas: «Ha sido la leche», confiesa Manuel Criado: «Lo íbamos a comprar igual, aunque no hubieran embestido... No habíamos visto nada antes y nos lanzamos por la idea de Coquilla que teníamos entre ceja y ceja. Y nos ha sorprendido para bien. Esta gente tiene un diamante. Tienen una embestida muy actual», confiesa el joven ganadero.

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Manuel Criado junto a su madre Rosa de Cabo y su padre Carlos Criado. ALBERTO SIMÓN

Las vacas llegaron a Coto Mayor de Vera en abril de la pasada primavera; y ahora están naciendo los primeros terneros. Aún no tienen sementales y se los están dejando los ganaderos a los que hicieron la compra. Han herrado ya las primeras reses, apenas tres que, pese al escaso número, ha supuesto una noticia feliz en la casa como el alumbramiento de una aventura feliz, romántica, meritoria y cargada de simbolismo.

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Cuando Manuel Criado nació en 1992 ya habían pasado aquellas novilladas históricas que lidiaron en 1990 y 1991 en Sevilla y Madrid. Las vacas de Coquilla salieron de Coto Mayor de Vera en 1999 y entonces convivían en aquellos predios hasta tres ganaderías diferentes: la de procedencia Atanasio que se herraba con la 'CH' de Criado Holgado, con la marca de Juan Manuel Criado ('CJM') se señalaban las reses de origen Domecq, mientras que las de Coquilla se reservaban para el hierro de Auxilio Holgado, abuela y madre de los actuales propietarios. Poco a poco fueron saliendo de allí. El hierro de la interrogación se fue con las vacas, se lo llevó Matilla y terminó vendiendo a Eladio Vegas. El de Criado Holgado lo mantiene en casa la familia sin actividad.

Carlos Criado herrando con la X de Auxilio Holgado uno de sus nuevos becerros de Coquilla.

El reto de los nuevos coquillas de la casa Criado lleva el nombre de Ganadería Auxilio Holgado (2024), se marca con una 'X' que en su palo inferior derecho remata con una ligera vuelta. Los sueños son amplios y los retos ni siquiera se los plantean porque los tiempos en las ganaderías de bravo con tan exageradamente lentos que o los saboreas o te consumen: «Ni lo hemos planteado, de momento sólo nos da para despertarnos cada mañana, ver las vacas ahí y disfrutar. Al verlas embestir como hemos visto en los tentaderos, te anima mucho más a soñar y a ilusionarse. No se dónde iremos ni dónde llegaremos». Las líneas de acción las tienen claras: «Buscar su embestida primigenia y clásica, la clave va a ser no salirnos del tipo de la procedencia, cerrarle las caras en la medida de lo posible, que las tengan toreras, tal y como se exige hoy». Ahí apunta una de las claves del futuro con las que busca abrirse paso: «Creo que hay un nicho de mercado para las ganaderías de Santa Coloma aunque sabemos que si embiste bien da igual el hierro que lleven, independientemente del encaste que tengan». Eso sí la poca oferta que existe de este tipo de toro le dará un carácter especial de distinción respecto a la monotonía del resto: «Ya hemos notado expectación. Hemos apostado y lanzado un hierro con vacas de Coquilla y habrá gente que piense, a ver qué hacen estos zumbados... pero también hemos notado la expectación entre el aficionado. En Francia sobre todo. Esa ilusión del aficionado ya la hemos notado y sentido en el poco tiempo que llevamos».

Las vacas de Coquilla, ya propiedad de la familia Criado-De Cabo, en la finca extremeña de Mérida.

Manuel Criado rebosa ilusión con la nueva andadura. Y le ve futuro. Puntualiza que vio un cambio de actitud tras la pandemia y cree que la tauromaquia necesita aventuras como estas: «Desde que Morante lo hizo... Por ejemplo aquella corrida de Galache en Salamanca la recuerdo con una emoción grandísima, fue todo un acontecimiento que removió las conciencias. Morante está toreando muchas ganaderías. Otras como La Quinta, extraordinaria, la están matando en todas partes. Todas esas cosas te dan ánimos y sentido».

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A Manuel Criado le gusta bucear en la historia, leyendo lo que se decía y escribía hace casi 40 años de las reses de ganaderías y sangres hermanas: «Me daba pena que la historia se cortara tan pronto. Aquella nostalgia por lo de entonces hoy es ilusión por lo que viene. Igual no llegué a tiempo para haber parado aquel tren». La baza con la que juega ahora es precisamente esa, la de la juventud como para volver a poner en marcha la maquinaria. Depende de cómo se mire. Así lo ha hecho.

Y con ello mira al futuro, con optimismo porque ya siente un nuevo brote verde en el toreo después de los años más críticos y con más ataques de toda su historia: «Para mí pinta mejor que hace un tiempo. Eso se nota en la gente de mi generación. Cada hay más gente joven en los toros», confiesa antes de resaltar su esperanza: «Espero que sea así y que se acerquen con afición y vistas a aficionarse. A entender el rito de la tauromaquia y no sea solo por ideología o moda. Que sientan lo que se hace y porqué se hace en la plaza. Que descubran el rito y sepan lo que se juega un torero. No se trata de ir a la plaza a pasar el rato y echar unas copas. Que tampoco sea una moda política porque el toreo tampoco entiende de partidos». La fuerza transversal del toreo es capaz de llegar y conquistar cualquier alma, independientemente de gustos, partidos, filias y fobias.

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Las vacas con un semental, ambas de origen Coquilla.
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