Morante deshoja la margarita... se prueba en el Campo Charro

Toda una incógnita le rodea. A su entorno e incluso a su propia cabeza. Esa que le obligó a parar y a tomarse un respiro para encontrarse a sí mismo. Dos días antes de su tercera cita contratada en Las Ventas la pasada primavera decidió parar e interrumpir su temporada. Sin cortarla definitivamente pero sin saber la fecha de vuelta. Han pasado más de cuarenta días y en todos y cada uno de ellos se le ha echado de menos. Morante de la Puebla sigue deshojando la margarita, aunque todos le quieran.

Unos días lo ve claro y otros un poco menos. Y en ese debate interno está mientras todos siguen haciendo sus cábalas de su esperado regreso, que aun no tiene fecha ni plaza. Corrió como la pólvora la palabra dada al empresario Carlos Zúñiga para reaparecer en El Puerto de Santa María (donde está anunciado el 4 y el 10 de agosto), que parece fue, o es, el primer objetivo del torero. Pero todo sigue entre interrogantes. Nadie sabe nada e incluso ni el propio genio puede que lo sepa.

Desde aquella noticia del adiós, y con el torero fuera de juego, han seguido saliendo las ferias del verano. En unas aparece, como Pontevedra, San Sebastián, Almería, Palencia, Valladolid... y en otras no: Bilbao. La Glorieta entra en sus planteamientos. En Salamanca está, volviendo a torear y recuperando la sonrisa.

Su incursión en el Campo Charro le llevó a su feliz retiro de Hernandinos donde estuvo tentando en los últimos días vacas de Francisco Galache, la ganadería que resucitó en plena pandemia. También estuvo presente en Garcigrande un día y otro en Traguntía, con las de Domingo Hernández. Todo va por buen camino. Y Salamanca vuelve a resultar clave en su vida.

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