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Manuel Diosleguarde ya ha comenzado a dar los primeros pasos en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid tras la gravísima cornada que sufrió 28 de agosto en la plaza de toros de Cuéllar que precisó tres intervenciones quirúrgicas en las primeras veinte horas tras el terrorífico percance que le infirió un toro de Cebada Gago.
El joven diestro salmantino, que desde el día del percance hasta el pasado viernes estuvo ingresado en la Sala de Reanimación del citado centro hospitalario de la ciudad del Pisuerga, fue trasladado a planta el viernes a mediodía y, desde entonces, allí continúa su recuperación. El lunes ya le incorporaron totalmente para comenzar a dar los primeros pasos con la ayuda de los facultativos: “Apenas fueron cinco, pero resulta todo un mundo tras el momento crítico que le ha tocado vivir”, comenta su apoderado José Ignacio Cascón en referencia a la brutal cornada que le partió de manera total la vena y la arteria femoral de la pierna derecha y que a punto estuvo de costarle la vida a Manuel Diosleguarde, en la que era su cuarta corrida de toros tras la alternativa que tomó el pasado 23 de julio en el coso de Cuatro Caminos de Santander y a partir de la cual encadenó una racha de cuatro tardes consecutivas de triunfos: a hombros en Guijuelo, también en Peñaranda y lo hubiera hecho del mismo modo en el coso de Cuéllar donde le llegaron a conceder tres orejas, pero el gravísimo percance sufrido a la hora de entrar a matar al sexto toro de la tarde se lo impidió.
Tras los primeros pasos del lunes, en la jornada de este martes el equipo médico que le atiende le facilitó un andador con el que facilitarle la actividad e ir incrementándola de manera lenta pero progresiva aunque al mismo tiempo apelan a la “calma y la prudencia”.
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