Feliz alternativa de Javier Blanco

Javier Blanco ha cumplido este sábado su sueño de niño de convertirse en matador de toros (el número 76 de la historia del toreo en Salamanca, para más señas, y el primero que lo hace esta temporada), y lo ha hecho con éxito al salir por la puerta grande de la plaza de toros de Moralzarzal, junto a Morante de la Puebla y Alejandro Talavante, quienes ya son su padrino y testigo de alternativa.

El espada charro se ha doctorado con Rabioso, un toro que se ha destendido de los engaños desde la misma salida y que le ha puesto las cosas difíciles a Javier Blanco. Sin embargo, esto no ha sido óbice para que, en una labor tesonera, el salmantino consiguiera imponerse con limpieza por el pitón derecho. Por el izquierdo, la cosa ha sido harina de otro costal. Con la labor hecha, ha firmado tres manoletinas de muchísimo compromiso y exposición que han calado entre el lleno aparente del tendido de la plaza de Moralzarzal, antes de tumbar al toro de su alternativa al tercer intento.

El sexto ha sido el toro con más cuajo y seriedad de toda la corrida. Ha salido con brío, y Javier Blanco ha lanceado a la verónica no sin dosis de calidad. Ha brindado al público y firmado un trasteo muy asentado, basado en citar con la muleta muy adelante, tanto por el pitón derecho como por el izquierdo (donde firmó los detalles más lucidos de su alternativa), rematando cada uno de los muletazos por debajo de la pala del pitón. El temple ha estado presente en toda la obra. Pese a pinchar de nuevo, le han sido concedidas las dos orejas.

Más allá de haber doctorado en tauromaquia a Javier Blanco, Morante de la Puebla ha tenido una tarde de inspiración —especialmente en el cuarto astado del festejo, al que desorejó—, mientras que Talavante ha sido el triunfador numérico, al cortar tres orejas: las dos de un buen quinto toro del hierro salmantino de Domingo Hernández, que ha sido premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.