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Victoriano Cáneba, una de las leyendas de los picadores en Salamanca, falleció esta madrugada de viernes en la capital, de forma repentina e inesperada. Contaba con 77 años de edad. Así, Salamanca se despertó este viernes con la triste noticia por la que lloró a uno de sus personajes taurinos más destacados de la segunda mitad del siglo pasado.
Cáneba marcó sus inicios preparando los caballos del rejoneador charro José Ignacio Sánchez (de la familia ganadera de Trespalacios). Allí se forjaría después como un fantástico varilarguero para terminar convirtiéndose en uno de los grandes picadores de la historia. Durante su época de esplendor actuó a las órdenes de toreros como Roberto Domínguez o Pascual Mezquita, hasta llegar a situarse con una gran figura del momento, como fue el maestro Curro Romero; para pasar después a actuar a las órdenes de Luis Francisco Esplá, con quien estuvo durante 17 temporadas actuando en las grandes ferias de la temporada y con quien vivió su momento de máximo esplendor donde se consagró como uno de los más grandes. En aquella etapa con el alicantino sufrió una gravísima cornada en Pamplona, que le infirió el toro “Chivito”, de Pablo Romero, que le atravesó el hígado y el pulmón. Victoriano Cáneba, en sus últimas temporadas en activo, también actuó en las filas del salmantino José Ignacio Sánchez. Se marchó en silencio y sin grandes alharacas con un gran historial en el que figura que hizo el paseíllo en más de 1.500 festejos que le sirvieron para situarse como uno de los grandes referentes entre los montados.
La capilla ardiente para el duelo de Victoriano Cáneba se instaló este viernes en el tanatorio de San Carlos de Salamanca y el oficio religioso se celebrará este sábado (10:00 horas) antes de la conducción del cadáver al cementerio San Carlos Borromeo.
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