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Derechazo de Miguel Ángel Perera a la codiciosa embestida de Madrileño, de Vellosino, lidiado el 10 de septiembre en La Glorieta. FOTOS: ALMEIDA
Explosión de bravura del Campo Charro

Explosión de bravura del Campo Charro

Las divisas salmantinas en La Glorieta fueron un espectáculo en una de las ferias más redondas en el plano ganadero que se recuerdan: las cuatro vueltas al ruedo en el arrastre, a Madrileño, Palmero, Caramelo y Ateo, la sitúan como más triunfal del último medio siglo

Javier Lorenzo

Salamanca

Jueves, 28 de septiembre 2023

De las diez últimas ferias (2013-2023) de La Glorieta, en las que se celebró el mismo número de festejos (6), no hubo ninguna en la que asomara tantas veces al tapete presidencial el pañuelo azul, con el que se premia a los toros bravos con la vuelta al ruedo en el arrastre. Ni en esas últimas diez, ni en las últimas cincuenta —tiempo en el que hubo ciclos de hasta diez festejos (de 1991 a 1995) en la mayor cifra de la más que centenaria historia del coso (1893)—. Ha sido este uno de los seriales de más toros bravos en La Glorieta, donde más allá de reivindicarse se produjo una verdadera explosión del toro del Campo Charro, que brilló con luz propia. Los cuatro astados (Madrileño de Vellosino, Palmero de Espioja y Caramelo y Ateo de García Jiménez) premiados con honores este año superan en la tabla a los tres de 2014 (Resistente de Pedraza y Almirón y Treinta y Cinco de Domingo Hernández). Aunque más allá de los premios, sin caer o no en la generosidad de presidencial, ha sido el efervescente nivel que ha demostrado el toro de Salamanca en las seis funciones del abono. En todas sin excepción los hubo para el recuerdo. En todas apareció un nivel deslumbrante, para llegar al espléndido y redondo nivel en la corrida concurso que puso el broche a un serial que fue un canto a la bravura. Hubo un excelente nivel y variedad de juegos para satisfacer los gustos más dispares.

La nobilísima y almibarada condición del encierro de Ángel Sánchez y Sánchez de rejones tuvo uno de bandera, Zapatero lidiado en segundo lugar, al que Sergio Galán cuajó una soberbia actuación y también un cuarto, Montecillo, que sacó las vergüenzas a Pablo Hermoso. Esta primera función tuvo el complemento de una extraordinaria novillada con la que debutó en La Glorieta Lorenzo Rodríguez 'Espioja'. Buena en su conjunto, se le dio la vuelta al ruedo a un Palmero incansable, noble y repetidor que tuvo un fondo de manso que no restó un ápice a su formidable comportamiento.

Fueron los aperitivos a los dos fines de semana antes de entrar en la competencia directa de las cuatro corridas de toros. Tres con encierros completos y una de seis en rivalidad ganadera. Siete divisas porque García Jiménez y El Puerto repitieron, en solitario y en la concurso. Muy noble, completa, interesante en su conjunto y cargada de matices, casi todos buenos la de los Hermanos Matilla que se fue con demasiadas orejas al desolladero; no las de Caramelo, uno de los grandes protagonistas al que desorejó Castella. Emotivo, codicioso y bravo, con un gran fondo, con una excelente duración y juego. No se quedó a la zaga Lorenzo Fraile, que pudo con todo y casi con todos. La variada condición de los astados criados en El Puerto de la Calderilla no quedó oculta en una tarde de molesto viento y, en la que sobresalió un bravo Carafina, cuarto de la función, serio en las hechuras y comportamiento, encastado, poderoso y con un distinguido pitón izquierdo al que no se le hizo justicia en el arrastre, entre otras cosas, porque Talavante tampoco se atrevió a abrir la caja de los truenos.

Entonces, a expensas de que se desvelara el misterio de la concurso, ya se había erigido como protagonista Madrileño, uno de los toros no solo del ciclo sino de la temporada. Un toro con unos pitones lamentables pero con un comportamiento inolvidable. Por bravo, poderoso, encastado, emotivo. Vibrante e incansable. Codicioso, fogoso, infatigable con un fondo inagotable que nunca se rindió, que se encontró con una muleta implacable de Perera. Aún así alternaron las victorias en cada tanda e incluso también en cada muletazo. Fue una batalla vibrante y bella que se quedará en la retina para siempre. Era el cuarto de la Feria, quedaban aún veinte toros más por salir en función mayor. Ninguno pudo con él.

Y eso que la corrida concurso resultó un espectáculo con un Cartuchero de El Puerto que resultó bravísimo en el caballo y sacó un excelente son y bondad en la muleta; salió un emotivo toro cinqueño —como Madrileño— de José Enrique Fraile de Valdefresno que resultó un espectáculo más que por lo que enseñó, que fue mucho, por lo que incluso se quedó sin ver. A Lirio, al que le afeó una fea manía de escarbar dejó en el recuerdo la forma de arrancarse desde los medios al caballo en el segundo encuentro y la profundidad y entrega de tres series por el derecho. Sacó una bondad exquisita un Jabalino de Carmen Lorenzo, de una nobleza extra que acometió con entrega supina casi al ralentí. Antes despertó interés un Enrollado de Garcigrande de bravo y serio juego; y pondría la guinda un Ateo en el que había que creer sí o sí. El pupilo de Matilla puso el broche a una Feria memorable para esta ganadería. Como lo fue la despedida de El Juli cortándole el rabo a la entregada e inagotable embestida del astado criado en el Zarzosillo; al que arrastraron con todos los honores de la vuelta al ruedo. Un premio que se podía hacer extensivo al conjunto ganadero de una Feria para el recuerdo en la que el Campo Charro brilló con luz propia.

Los seis mejores de la Feria 2023

Dentro del amplio abanico de toros distinguidos que desfilaron por el coso de La Glorieta en los seis días de Feria taurina 2023 hubo media docena de astados, de otras tantas diferentes divisas, todas ellas del Campo Charro, que hubieran formado el encierro ideal. Un excelente muestrario de bravura con distintas procedencias y encastes:

MADRILEÑO (Vellosino). Nº 107, de 617 kilos Colorado, nacido en noviembre de 2017. Uno de los toros del año por su imponente juego, su acometividad, su entrega, fortaleza y temperamento. Un toro agradecido que se entregó sin reserva a la muleta de Perera, que le cortó las dos orejas y fue premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
PALMERO (Lorenzo Rodríguez 'Espioja') Nº 5, de 489 kilos Burraco, nacido en enero de 2020. El novillo impactó por su precioso pelaje al pisar el ruedo, empujó en un puyazo y no se aburrió de acometer en una exigente y larga faena con embestidas codiciosas, nobles y vibrantes con un tímido fondo de mansedumbre. Ismael Martín le cortó las dos orejas.
CARAMELO (Hermanos García Jiménez) Nº 19, de 486 kilos Negro, nacido en abril de 2019. Se empleó con clase y entega desde el saludo capotero. Apenas castigaron en el encuentro con el caballo y en la muleta desbordó prontitud, fijeza, entrega y dulzura en las embestidas. Un toro de ensueño al que desorejó Sebastián Castella.
CARAFINA (Puerto de San Lorenzo) Nº 154, de 548 kilos Negro bragado corrido, nacido en septiembre de 2019. Ovacionado por su preciosa hechura y bella lámina. Bravo en el caballo, el segundo envite por su cuenta y ya sin castigo en la retirada del picador. Codicioso, humillado y entregado fue excelente en la muleta. Talavante cortó una oreja.
LIRIO (José Enrique Fraile de Valdefresno) Nº 45, de 559 kilos Negro, nacido en diciembre de 2017. Toro cinqueño de los de más cuajo y seriedad. Escarbó antes de acudir al caballo pero en el segundo encuentro se arrancó desde los medios con tranco, alegría y fijeza. Noble, boyante y franco se intuyó mucho más de lo que se vio. Chaves cortó una oreja.
JABALINO (Carmen Lorenzo) Nº 15, de 540 kilos Negro bragado, nacido en noviembre de 2018. Palmas de salida; galopó y embistió más recto que ninguno de largo en el segundo encuentro al caballo. Lo estrellaron contra el burladero antes de empezar la faena y no fue óbice para demostrar después una excelsa bondad. Oreja para Chaves.

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