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Damián Castaño, en imagen de archivo. ALMEIDA
«Que nadie dude de que llegaré a Vic... aunque sea en silla de ruedas»

«Que nadie dude de que llegaré a Vic... aunque sea en silla de ruedas»

Tras la fractura de la costilla arco costal derecha que sufrió en la brutal paliza del domingo en San Agustín del Guadalix, el torero guarda el reposo absoluto recomendado por los médicos aunque ya tiene la vista puesta en la cita del día 19 en Francia

Martes, 30 de abril 2024, 20:16

Salamanca-Dice Damián Castaño que apostó por la cita de San Agustín del Guadalix (Madrid) del domingo -en una feria organizada por y para aficionados- como si fuera el mismísimo San Isidro. Y para prueba su parte de guerra después de irse en los dos toros a porta gayola, de poner al público en pie en la faena, de tirarse a matar sin muleta y de sufrir dos espectaculares volteretas: «Policontusiones, traumatismo costal y fractura de costilla nueve arco costal derecha», reza el parte médico. De allí salió k.o. para estrenar el mes clave de su temporada con las citas de Vic Fezensac (Francia) y Las Ventas por San Isidro en la agenda. La prescripción médica ahora es reposo absoluto y paciencia. Y en esas está ya en su casa de Salamanca, «con muchos dolores e incómodo, pero bien. Al tratarse de una lesión en las costillas, cualquier movimiento, incluso al respirar y hablar es doloroso y para dormir muy incómodo, porque al moverme veo las estrellas». Está vivo, que no es poco y no es mal triunfo.

¿Cuál es la pauta que le han marcado los médicos?

-Me han dicho que no hay tratamiento. Es tiempo y reposo, no hay plazos de recuperación, y que cada persona evoluciona diferente. Ahora, reposo absoluto. Nunca me pasó algo así. Casi mejor hubiera sido una cornada. Es lo que más me fastida...

Lejos de la mala suerte de sufrir un percance, hay que pensar que tuvo suerte y que se libró de milagro, al ver la imagen de ese pitón en la nuca atravesando la camisa...

-Yo también creo que tuve suerte.

¿Como recuerda el festejo?

-Fue muy bonito. A pesar de que no cayó el toro, pese a que sí entró la espada pude cuajarlo con gran intensidad. El primer porrazo, cuando me rompe la costilla, fue al matar sin muleta. Estoy contento con la actuación, ha tenido una gran repercusión. Fue épico. Estoy orgulloso por dar todo lo que tenía. Aunque pudiera parecer un escenario menor, es una cita en la que estaban muchas comisiones de Francia, vi a los presidentes de las comisiones de Vic Fezensac, de Ceret… De muchos sitios muy toristas. Para mí ese circuito es muy importante, había muchos aficionados de Madrid. Y luego está la ilusión con la que lo hace el Club 3 Puyazos, que tienen un mérito enorme.

¿Por eso se tiró a matar sin muleta?

-Surgió en el último momento. Cuando me fui a por la espada ni siquiera lo había pensado. Al cuadrarme con el toro, no le veía la muerte... Sabía que no se me podía escapar. Se me han ido muchos toros con las orejas. Me surgió en ese momento y no lo pensé. Lo hice con el corazón.

¿En esa decisión influyó que una sema aantes le dieran los tres avisos en San Martín de Crau?

-Todo influye... Fue un cúmulo de circunstancias y, por encima de todo, las ganas de triunfar. En San Martín cambié una salida a hombros por los tres avisos por fallar con la espada. No quiero caer en el olvido. Ser un torero respetado y no bajarme de las ferias toristas. Cada día es una guerra, aquí a diario salen toros muy exigentes. Cada día hay que darlo todo. Hace unos años me costaba dar ese paso y hoy no me cuesta pasar esa línea.

Ese ingente esfuerzo en un pueblo como San Agustín llegaba en un momento en el que están a la vuelta de la esquina dos citas del primer gran circuito como Vic Fezensac y San Isidro de Madrid, en los lleva luchando toda la vida por entrar...

-Ese esfuerzo lo merecen todas las aficiones que me anuncien en sus carteles. Los miembros del Club Taurino «3 puyazos» aportan el dinero de sus casas para organizar esa feria... Es admirable y merece que te entregues cada tarde. Esa cita era mi San Isidro particular y merecen mi entrega y mi vida; tanto que puse toda la carne en el asador, me fui a porta gayola en los dos toros, incluso la segunda vez ya con las costillas rotas pese a que no tenía condiciones para irme de la cara si me apretaba como así pasó.

Conociéndole, preguntarle si va a llegar a tiempo para hacer el paseíllo en Vic Fezensac el día 19, me parece hasta un atrevimiento...

-Que nadie lo dude. Si hiciera falta hasta en silla de ruedas sería capaz de hacer el paseíllo. Eso ya te lo garantizo hoy que casi no me puedo ni mover. Es una plaza de primera, es otra de las tardes clave de mi vida. Junto a Ceret es el bastión de torismo en Francia. Los toros son de Dolores, que está siendo mi ganadería talismán. Allí estaré seguro.

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