Carlos Fuentes, nuevo presidente de Juventud Taurina de Salamanca

Carlos Fuentes tiene 18 años, se define aficionado desde niño y confiesa que es abonado de La Glorieta desde los once años. Recuerda haber vivido ya en la plaza el indulto del toro Higuero de Domingo Hernández en manos de Juan del Álamo como uno de los primeros hitos que vio y vivió en el coso charro. Llevaba ya bastantes años también como socio de Juventud Taurina de Salamanca e incluso en los últimos años ejerció como vocal dentro de la junta directiva. La pasada primavera hizo la Selectividad y acaba de empezar la carrera de Economía, en la que ya afronta sus primeros exámenes. Algo así como un «miura» por delante. Como el reto que tiene también por delante en Juventud Taurina de Salamanca encabezando la nueva junta directiva que se completa con la presencia de María Fraile ejerciendo las funciones de vicepresidenta, y Esteban Tabernero, Laura Pérez, Rubén Gudino y Jesús Mesonero. Estos dos últimos son los únicos que repiten y dan continuidad a la anterior junta directiva, el resto son novedad. Nuevas ilusiones y nuevos objetivos también. «Por una decisión personal Gonzalo decidió abandonar el cargo y la junta directiva decidió que fuera yo quien tomara ese relevo», comenta el nuevo presidente de Juventud Taurina de Salamanca, que quiere mantener la misma filosofía: «El reto es mantener el objetivo principal, el fundacional de la asociación, que es difundir la tauromaquia entre los jóvenes y seguir creciendo tanto en el número de socios como en la calidad y organización de actividades para que la asociación esté activa durante todo el año». Sobre su predecesor en el cargo, Carlos Fuentes confiesa que Gonzalo Sánchez «es un espejo» por todo lo que consiguió en los últimos ocho años: «Toda la historia de Juventud Taurina de Salamanca hasta el momento está ligada a él y a otros nombres que le rodearon y la llevaron hasta lo que es hoy y todos conocemos. Todo lo que ha hecho él siempre va a ser una referencia y lógicamente el reto es mejorar todo lo que se pueda, hacer más actividades... A la asociación no se le ve techo. Salvo el año de la pandemia, por razones obvias, no ha dejado de crecer cada año desde que se fundó. Y, bueno, a corto plazo, por ponernos una meta, es llegar a los mil socios. Y darle un toque más juvenil a la asociación. No en vano, en los últimos meses hemos notado la incorporación de muchos nuevos socios de 16, 17 años y eso nos llena de vida, de ilusión y de futuro», concluye.