Borja Jiménez, aún en el hospital, quiere reaparecer el sábado tras la espeluznante cogida de Valencia

Son de otra pasta. Borja Jiménez trató de salir de la enfermería de la plaza de toros después de la espeluznante cogida que le propinó el primer toro de su lote de La Quinta el miércoles en Valencia, toda vez que el equipo médico le evaluó y observó que no había cornada después de que el pitón de toro hiciera presa en el torero en el momento de la suerte suprema atrapándolo por el pecho y teniéndolo enganchado durante unos segundos que resultaron angustiosos e interminables. En la propia enfermería del coso se le apreciaron al torero diversas contusiones costales y en el hombro izquierdo, así como un varetazo en la espalda. En realidad las magulladuras y la paliza es por todo el cuerpo. Los médicos le recomendaron no salir de nuevo al ruedo y, a duras penas, Borja Jiménez terminó aceptando el consejo. Román se quedó con los seis toros en solitario. Borja Jiménez aún se encuentra ingresado en el Hospital La Salud de Valencia donde se encuentra magullado y muy dolorido, aunque la buena noticia del día la ha dado el TAC que le realizaron y que confirma el politraumatismo pero descartó «lesiones hepáticas», según ha comunicado su entorno y que ha recogido la web de Aplausos.

Borja Jiménez tendrá que seguir ingresado, al menos, hasta mañana en este centro hospitalario, aunque la intención del torero es cumplir con el compromiso adquirido de torear este sábado en la plaza de toros de Olivenza (Badajoz), donde está anunciado en la reaparición de Morante de la Puebla, junto a Emilio de Justo y toros de Victoriano del Río, en el festejo que se aplazó el pasado 8 de marzo a causa de la lluvia.

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