Agua que no has de beber, déjala correr

Todos pidiendo agua y cuando aparece la lluvia “encabrita” al personal. El agua es un bien preciado, pero cuando moja deja a algunos en casa. El alcalde, Carlos García Carbayo, no se presentó en La Glorieta al reclamo taurino, aunque sí lo hizo por la mañana para participar en el acto de la Policía Nacional. Cuando vio que empezaba a llover abandonó el tendido, y ya por la tarde debió tirar de peli y mantita antes del concierto de la Guardia Real. Es de suponer que hoy debute en la Feria el regidor, porque esto ya se acaba.

En representación municipal acudió Miryam Rodríguez, edil de Familia, que está muy concienciada con el medio ambiente después de cuatro años llevando la concejalía en el Ayuntamiento. Acudió junto a Manuel Tostado, hombre fuerte del PP cuando llegan las citas electorales.

Debajo de la pareja se situaba el aristócrata más vinculado con ese mundo rural que clama lluvia, Cayetano Martínez de Irujo. El hijo de la Duquesa de Alba no falla a su cita con Salamanca, al igual que hacía su madre. Doña Cayena, que en paz descanse, es quizás el personaje del papel couché más querido por la afición taurina salmantina. El Conde de Salvatierra se ubicó en un burladero con un dúo que pide agua para que los campos de golf estén en perfecto estado: Bernardo Schuster y Javier Valverde. Futbolista y torero tenían a sus familias al completo en los abonos que poseen encima de la puerta grande: Elena Blasco, Flavia Buendía, Mari Luz Sánchez Tocino, Rosi San José y Paco Sánchez junto a esos pequeños grandes aficionados.

A los que más les interesa ahora mismo el agua del cielo es a los ganaderos, de hecho son los que menos se quejaron cuando arreció la lluvia. Por la plaza estaban Juan Ignacio Pérez Tabernero (Montalvo), Justo Hernández (Garcigrande), Lorenzo Rodríguez (Espioja) o Alberto García Tabernero (Toros de Oribe)... éste último cerca de Mariano Barbacid, eminencia en la investigación en la lucha contra el maldito cáncer. Otro profesional taurino que no faltó a la cita fue el picador jubilado Francisco Cenizo, que acudió junto a sus nietos y presenció in situ el gran puyazo que recetó su hijo, Paquito Cnizo, al segundo de la tarde.

El sector primario siempre mira al cielo. Rafael Sánchez Olea y Juanjo Díez, de Cobadú, lo hacían por todos los socios de la cooperativa. Juntos disfrutaron del triunfo de Sebastián Castella, como lo hizo el novillero triunfador del festejo del viernes, Ismael Martín, que se presentó en los toros junto a su lugarteniente Isidoro de Prado.

También pide agua, aunque en este caso para la buena marcha de la salud, la jefa del servicio de Urología del Hospital de Salamanca, María Fernanda Lorenzo, que como ya es tradición acudió con amigos a los toros, y lo hizo sentada en un balconcillo del tendido uno. Como buena médica, recomienda beber agua y de vez en cuando un trago de vino. De hecho, sirvió un culín a sus compañeros de localidad a la muerte del tercero. Unos cuantos vinos o copas de más llevaba en el cuerpo un señor que se encontraba pocas filas debajo de la doctora y al que se le recomendó que abandonase las instalaciones.

Al final, en los toros hay de todo, como en botica. Lo mismo ocurre en política. Hay muchos que van a La Glorieta porque son aficionados y otros en busca de una foto. Se calaron, pero bien, dos amigos incondicionales: el senador Bienvenido de Arriba y el procurador Chema Sánchez, en el tendido siete. Más abajo, en la zona acomodada, también se fajaron contra la lluvia el vicepresidente de la Diputación y alcalde de Santa Marta, David Mingo, la regidora de Castellanos de Moriscos, María Victoria Manjón, el director de comunicación de la Junta , Julio López, o la alcaldesa de Sorihuela y diputada provincial, Nieves García, a la que ya esperamos con la lotería en la comida de Navidad del PP. Este año por austeridad, dicen que solo se beberá agua. Falta les hace.