Errores que estás cometiendo al volante y que perjudican a tu coche

Hoy en día prácticamente todo el mundo cuenta con al menos un vehículo entre sus posesiones. Tener un coche es un bien muy preciado, le cogemos cariño y cuando lo compramos es el centro de todas nuestras atenciones, pero a medida que pasan los años lo descuidamos y, en muchas ocasiones somos nosotros mismos los que le provocamos daños de forma totalmente inconsciente. Aquí van los errores más comunes que muchas personas cometen y que a largo plazo afectan considerablemente al estado del automóvil.

Conducir de forma imprudente, dando acelerones y frenazos, no cambiar de marcha cuando el coche lo pide, no hacer uso del freno motor o circular en punto muerto incrementa el uso de carburante, además de ocasionar fallos en poleas y tensores de correas.

De igual manera, mantener el embrague presionado en los semáforos provoca un desgaste innecesario que puede afectar al disco por el rozamiento y que nos obligará a desembolsar hasta 400 euros.

Hay que revisar la presión de los neumáticos para evitar que se desgasten de forma irregular y evitemos así reventones en marcha o daños en las llantas al rodar sobre el suelo sin la goma del neumático. Además de los neumáticos, es importante revisar también el aceite y otros líquidos, así como filtros, discos y pastillas de freno. No prestar atención a estos aspectos puede provocar averías prematuras y disminuir la vida útil de nuestro vehículo.

Repostar es una acción que repetimos con mucha frecuencia, lo tenemos tan automatizado que en muchas ocasiones podemos cometer un error. No serías la primera persona, ni la última en confundirse con la mangera, echar gasolina a un Diesel o viceversa es un fallo más común de lo que parece. En estos casos resulta fundamental darse cuenta lo antes posible, si has llenado todo tu depósito de gasóleo por error será preciso vaciar todo el tanque de combustible, tubos e inyectores por los que haya podido circular el Diesel, sino podríamos dañar el carburador o incluso el catalizador.

Es una acción que también realizamos de forma inconsciente. Cuando nos sacamos el carné de conducir nos insisten en que coloquemos las dos manos sujetando el volante, pero con el paso del tiempo vamos olvidando un poco todas esas normas y creamos unas propias. Si eres de los que permanentemente lleva la mano derecha sobre la palanca de cambios podrías estar ocasionando una deterioro grave en la caja de cambios de tu coche.

Estos daños provocados por la presión que ejerce el peso de nuestro brazo sobre la palanca pueden derivar en vibraciones y dificultar que las marchas entren de forma correcta, y a largo plazo, por supuesto, la renovación de la misma, que puede llegar a costarnos 1.500 euros.

Del mismo modo que subirnos a los bordillos puede ocasionar problemas en la parte baja de nuestro coche, no descender lo suficiente la velocidad cuando nos encontramos ante un badén puede provocar un pinchazo o la deformación de la llanta, así como una reparación en el chasis, que suele costar unos 600 euros dependiendo del modelo.

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