Voluntarios de Abufade acompañan a la familia de Ángel Herrero en otra batida sin resultados

«La familia estamos muy preocupados tratando de hacer todo lo posible para que aparezca», manifiestan Isabel y Noelia, sobrinas de Ángel Herrero, el vecino del Camino de las Aguas que desapareció este lunes y del que nada se ha vuelto a saber.

Acompañados por voluntarios de la Asociación de Ayuda a la Búsqueda de Desaparecidos (Abufade), sus familiares -son muy pocos y parte de ellos, como sus sobrinas, residen fuera, en Valencia y Madrid- han vuelto a salir este sábado, mañana y tarde, para rastrear zonas muy próximas a su domicilio en el Camino de las Aguas hacia La Aldehuela y el entorno del río. Además, han distribuido carteles con su imagen y datos multiplicando así los esfuerzos por volver a tenerle con ellos.

Ángel no había desaparecido jamás, su salud era delicada, padecía del corazón y hace años sufrió un infarto. Tenía achaques propios de la edad y en la actualidad vivía solo.

«Mi madre vive enfrente y el martes vio que la persiana de su casa no subía, así que por la tarde se acercó y llamó a la Policía», señala Isabel, que relata también que el unes había sido visto por la zona del Camino de las Aguas y en la frutería, sin embargo solía ir a misa a las ocho y ese día nadie lo vio.

Ángel se fue de casa, dejando la puerta cerrada con dos vueltas. No llevaba dinero ni móvil, y mucho menos la medicación que debe tomar, solo llevaba las llaves de casa.

«Mi tío es una buenísima persona que siempre ha ayudado a todos los que ha podido y un artista, tiene una sensibilidad especial», manifiestan Isabel y Noelia, que destacan que esa sensibilidad se observa en su pueblo, Manceras, su gran pasión: «Manceras ha cambiado gracias a él y el pueblo parece otro», lamentan sus sobrinas. «No encontramos razón lógica que lo haya llevado a desaparecer», concluyen apenadas.