Un violador preso en Topas, de nuevo en el banquillo por intentar cortar el cuello a un compañero de módulo

Un recluso con antecedentes varios, entre los que destacan los delitos sexuales, se sentará próximamente en el banquillo de los acusados por un violento ataque a un compañero de módulo. La Fiscalía le acusa de atacarle con una cuchilla que llevaba oculta con la intención de cortarle el cuello y propinarle numerosos golpes.

El fiscal le considera responsable de un delito de lesiones por el que le pide una pena de tres años y seis meses de prisión, así como el pago de una indemnización de 7.430 euros al afectado (430 euros por los diez días que tardó en curar y 7.000 por las secuelas), además de las costas. El Juzgado de lo Penal número Uno de Salamanca ha señalado para este lunes el juicio por los hechos.

Según señala el Ministerio Público en su escrito de calificación provisional, al que ha tenido acceso LA GACETA, el acusado ha sido condenado en sentencias firmes el 21 de marzo de 2024 por un delito de resistencia, el 27 de abril de 2023 por un delito de atentado, el 15 de octubre de 2021 por un delito de abusos sexuales, el 22 de marzo de 2019 por un delito de atentado y el 4 de marzo de 2019 por un delito de agresión sexual.

Los hechos de los que le acusa se remontan al 14 de julio del año 2022, sobre las 11:15 horas del día 14 de julio de 2022, el acusado se encontraba en el módulo 8 del centro penitenciario de Topas, a donde acababa de ser trasladado dirigiéndose a otro interno sobre el que lanzó un golpe con una cuchilla que llevaba oculta con la intención de cortarle a la altura del cuello, esquivándolo y alcanzándole en la ceja para seguidamente golpearle.

Como consecuencia de ello, señala el fiscal, el interno agredido sufrió lesiones en rodilla izquierda, espalda y ambos hombros y codos, así como una herida incisa supraorbitaria interna del ojo izquierdo, lesiones que requirieron para su sanidad de tratamiento médico quirúrgico consistente en puntos de sutura que tardaron en curar diez días de perjuicio básico, , habiéndole quedado además una cicatriz.

El pasado mes de diciembre, otro preso de la cárcel de Topas agredió a un guardia civil tras salir al hospital en un intento de fuga. El agente recibió un cabezazo por parte del reo. En marzo otro agente recibió un cabezazo en la nariz a las puertas de Urgencias del Hospital de Salamanca por parte de un recluso, que al parecer había sido trasladado tras sufrir un problema psiquiátrico. Al menos cuatro agentes de la Guardia Civil han sufrido daños y bajas laboral tras ser agredidos por internos del centro penitenciario de Topas en lo que va de año.

Un mes antes, tres funcionarios del penal fueron agredidos por un interno muy violento. Ocurrió cuando a un interno del módulo 6 con múltiples incidentes regimentales y que ya había estado en primer grado se le comunicó una sanción pendiente de cumplimiento.

Representantes sindicales vienen insistiendo desde hace mucho tiempo en la grave situación que, a su juicio, se vive en la cárcel de Topas por la falta de recursos humanos, la deficiente atención sanitaria, el aumento de presos con patologías mentales y toxicomanías no tratadas adecuadamente. La falta de personal hace especialmente complicada la actividad en el penal donde inevitablemente siguen sucediéndose conflictos y agresiones.

• Temas
• Prisiones
• Juicios
• Topas
• Agresión