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El Fiat Stilo amarillo siniestrado mostraba los graves daños del siniestro. EÑE
Un año del brutal accidente de Galisancho

Un año del brutal accidente de Galisancho

Cuatro jóvenes de Alba de Tormes perdieron la vida en uno de los siniestros más graves en las carreteras españolas en 2019

Martes, 21 de julio 2020, 12:11

Se cumple un año de una fatídica noche que los albenses no olvidarán nunca y en la que murieron cuatro jóvenes de la localidad.

A las siete y media de la mañana un Fiat Stilo amarillo se salía de la carretera de Galinduste a Santa Inés y morían tres chicos y una chica de los seis ocupantes del coche. Todos ellos de entre 17 y 20 años. Solo se salvaron el piloto y el copiloto del vehículo.

Los jóvenes volvían de las fiestas de Santa Inés y en una curva de la carretera el vehículo en el que viajaban se salió por el margen izquierdo lo que hizo que el conductor perdiera el control y el coche diera varias vueltas de campana.

Finalmente se estampó contra un árbol y acabó en mitad de una finca, provocando que algunos de los ocupantes salieran despedidos del coche. Dos de ellos murieron en el acto, otra durante el traslado al Hospital de Salamanca y el último unas pocas horas después dejando sin esperanza a sus familias y amigos.

Una tragedia que sacudió a la localidad ya que todos los implicados en el terrible accidente vivían en la villa albense y todos eran muy conocidos entre los jóvenes del municipio, además pertenecían a la misma pandilla de amigos.

Un suceso dramático que sigue presente en el día a día de la villa ducal. Sus familiares y amigos mantienen el recuerdo y el dolor por las pérdidas de cuatro chavales con toda la vida por delante. Ahora la herida vuelve a abrirse.

Sus amigos les están haciendo su particular homenaje y recuerdo a través de las redes sociales donde estos días están subiendo fotos recordando sus momentos juntos.

Un homenaje personal y muy privado que sus seres queridos están protagonizando en las últimas semanas para tenerlos presentes en unas fechas tan complicadas para las familias de los jóvenes.

Según el informe que emitió tras el suceso el Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico (ERAT) de la Guardia Civil la velocidad a la que circulaba el vehículo era de 122 km/h, en una carretera convencional, en la que el límite es 90 km/h.

El exceso de velocidad pudo ser crucial en el fatal accidente, uno de los más graves registrados en las carreteras españolas en 2019.

En su informe, los agentes del ERAT concluyen que, al ir manipulando el dispositivo de música del coche probablemente, el conductor no mantenía atención permanente a la conducción, influyendo también en el siniestro la ingesta previa de alcohol y droga.

De hecho, las pruebas efectuadas al conductor dieron 0,52 mg/l de alcohol en litro de aire espirado en la primera medición y 0,41 mg/l en la segunda- y positivo en drogas, concretamente en cocaína y anfetamina.

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