Tres años y medio de prisión para el conductor que mató a un matrimonio de octogenarios de Aldehuela de la Bóveda

El ahora condenado circulaba a una velocidad «muy superior» a la permitida en la autovía, de manera que dejó de prestar atención a la calzada y no se dio cuenta de que delante de él circulaba el turismo en el que viajaban las víctimas, manifestó el fiscal en sus informes finales. Contra la sentencia cabe todavía recurso.

Los hechos tuvieron lugar sobre las 11:20 horas del 6 de enero del pasado año, cuando P.M.T.V. conducía un vehículo furgón Volkswagen Crafter, con matrícula portuguesa y propiedad de una compañía de transportes urgentes portuguesa, por la autovía A-62 (Burgos-Portugal).

El vehículo tenía una limitación específica de 90 km/h como velocidad máxima por sus características, recogida en el artículo 48 del Reglamento General de Circulación. Sin embargo, relata el fiscal en su escrito de calificación, el acusado circulaba a una velocidad «muy superior» llegando a adelantar a otros dos vehículos que circulaban con el control de velocidad puesto en 120 km/h.

Al llegar al kilómetro 273 de la autovía, en sentido Portugal, en Aldehuela de la Bóveda, amén de esa velocidad excesiva, P.M.T.V. dejó de prestar atención a la calzada por la que circulaba dirigiendo su mirada al sentido contrario de la autovía al percatarse de que por allí circulaba un camión de su misma empresa.

Estas circunstancias hicieron que no se diese cuenta de que delante de él circulaba el vehículo Citroën Saxo, conducido por otro varón, de 85 años, quien tenía el correspondiente permiso de conducir si bien con la restricción de no conducir a una velocidad superior a 90 km/h, colisionando violentamente por detrás y causando la muerte instantánea del citado conductor y de su esposa, de 82 años y que ocupaba el puesto del copiloto.

El accidente se produjo a kilómetro y medio de Aldehuela de la Bóveda, de donde era el matrimonio formado por Francisco y Agustina, que tenía cinco hijos en común.

Ambos, suegros del casero de la finca de Castro Enríquez de la Diputación provincial de Salamanca y padres de un concejal del municipio, eran muy queridos entre los vecinos de la localidad y tras tener noticia del siniestro, los vecinos se mostraron enormemente afectados por lo ocurrido.