El taxista que arrolló mortalmente al septuagenario del Paseo de la Estación invadió el paso de peatones con el semáforo en rojo

El conductor del taxi que este miércoles de madrugada atropelló mortalmente a un hombre de 70 años en un paso de peatones del Paseo de la Estación se saltó el semáforo en rojo para los vehículos en el momento del fatal impacto. Aunque no ha llegado a ser detenido, se le le investiga por un presunto delito de homicidio por imprudencia, informan fuentes del caso a LA GACETA.

El accidente se produjo pasada la medianoche, poco antes de las 00:20 horas, en el paso de peatones situado en el Paseo de la Estación 52, en el cruce con el Túnel de la Televisión. La víctima, un vecino de la avenida de Comuneros de 70 años de edad y de nombre Eduardo, cruzaba correctamente cuando el taxi invadió el paso con el semáforo en rojo y le arrolló.

El peatón fue atendido en el lugar y trasladado al Hospital de Salamanca, donde alrededor de las 04:30 horas falleció. Presentaba traumatismo craneoencefálico y rotura de pelvis.

Mientras tanto, el taxista, que a la llegada de la Policía Local, estaba auxiliando junto a otros viandantes al peatón, arrojó resultados negativos en las pruebas de alcohol y drogas efectuadas por la Policía Local.

Las investigaciones llevadas a cabo por los agentes de Atestados de la Policía Local responsabilizan al conductor del accidente por lo que se han abierto diligencias por un presunto delito de homicidio por imprudencia. El atestado policial ya ha sido remitido a la autoridad judicial.

El conductor, J.M.B. de 44 años, señala en su declaración ante los agentes de la Policía Local que en el momento de los hechos: «Venía por el Paseo de la Estación por el carril derecho, sentido Plaza España, y cuando he tomado la salida de la rotonda, he intentado esquivarle y le he dado en una pierna y ha salido disparado». Acto seguido, prosigue: «Me he bajado rápido y después he vuelto al taxi para coger el móvil y avisar al 112».

Según sus manifestaciones circulaba en segunda marcha, a 30 kilómetros por hora y a la pregunta efectuada por los agentes de que cree que podría haber evitado el accidente y cómo, responde sorprendentemente: «Si hubiera salido un minuto o dos más tarde del garaje».

En el momento del siniestro, acababa de empezar a su trabajo y conocía perfectamente la vía como consecuencia de su profesión.

Por último y aunque efectivamente era un anoche lluviosa, refiere que «con la lluvia no se veía bien», además de que el peatón iba «con ropa oscura». Sin embargo las investigaciones realizadas por los agentes que han instruido los atestados, en el momento del atropello la lluvia era «muy ligera o prácticamente inexistente», de hecho portaba un paraguas en su mano y lo llevaba cerrado.

Pese a que según declaró pasó el semáforo «en ámbar», las investigaciones de los agentes confirman que estaba en rojo en el momento del fatal atropello.

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