El Supremo confirma la pena por estafa a un intermediario conocido en el sector porcino: 3 años de cárcel

El Tribunal Supremo ha confirmado y declarado la firmeza de la sentencia de la Audiencia Provincial de Salamanca que el día 20 de noviembre de 2023 impuso tres años de prisión a A.F.R.H., un intermediario conocido en el sector porcino, por un delito de estafa. Sentencia que fue ratificada en el mes de abril de 2024 por el Tribunal Superior de Justicia, que desestimó el recurso de apelación interpuesto contra la sentencia de la Audiencia por el acusado.

En una providencia dictada recientemente por el Tribunal Supremo y a la que ha tenido acceso LA GACETA, declara definitiva la sentencia e impone las costas del recurso de casación a la parte recurrente.

La Audiencia Provincial de Salamanca declaró a A.F.R.H. culpable de un delito de falsedad en documento privado, en concurso medial con otro de estafa, por el que le impuso tres años de prisión, 77.000 euros de indemnización.

El varón, con antecedentes penales no computables en la presente causa, vinculado a una empresa líder en el sector porcino y que había actuado como intermediario en la venta de cerdos, en fechas anteriores al 18 de octubre del 2016 con un hijo del denunciante y titular de una empresa del sector, aprovechándose de la relación de confianza que tenía con este, le propuso un trato ventajoso con unos cerdos propiedad de un ganadero para la campaña 2017-2018, sirviéndose de un contrato con el que generó una apariencia legítima de que podía disponer de unos cerdos para la citada campaña, propuesta que trasladó el denunciante a su padre.

Antes de aceptar la operación, el padre del denunciante, su hijo y el acusado fueron a una finca sita a 20 km de Fuente de Cantos (Badajoz), propiedad del citado ganadero, y vieron que los empleados trataban con familiaridad al acusado, quien les mostró la partida de cerdos, dando impresión de que se movía en un entorno de confianza.

El comprador aceptó el trato que le ofreció el acusado y efectuó el pago convenido -77.000 euros incrementados con el IVA en 84.700-, cantidad que la hizo suya el acusado, sin que fuese entregado al ganadero.

Acabó reconociendo la deuda de 84.700 euros, por haber estafado al comprador, obligándose a pagar , pero nunca llegó a hacerlo.

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