Sigue la sangría: Otro violador salmantino saldrá dos años antes de prisión por culpa del ‘solo sí es sí’

Continúa el goteo de sentencias por culpa de la ley del ‘solo sí es sí’ y con él una nueva rebaja en la pena un violador. Se trata de D.R.A., el joven condenado por arrastrar a una chica hasta una caseta y después agredirla sexualmente durante las fiestas de Santa Teresa en mayo de 2017.

La Audiencia Provincial de Salamanca ha hecho pública su resolución en este caso y la pena de seis años de prisión impuesta por este mismo órgano a finales de 2018 y ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León a principios de 2019 ha sido rebajada ahora en dos años.

Así las cosas, informan fuentes del caso a LA GACETA, la condena para este joven ha quedado en cuatro años de prisión de una pena inicial de ocho años que solicitaba el Ministerio Fiscal, como consecuencia de la ley abanderada por la ministra Irene Montero.

Según recoge el fiscal en su calificación, los hechos tuvieron lugar la madrugada del 13 de mayo de 2017. La víctima, que tenía 18 años, estaba en las fiestas de Santa Teresa con un grupo de amigas, decidió regresar a casa de sus abuelos, en la localidad, tras sentirse indispuesta debido a la ingesta de alcohol.

Ya muy cerca del portal, se cruzó con un grupo de jóvenes, entre ellos D.R.A., quienes le insistieron para que regresara a la fiesta. Invitación que la víctima rechazó.

Instantes después, cuando la joven iba a acceder al portal de la vivienda, el acusado, que ya se había alejado del resto del grupo, la abordó por la espalda y la cogió en brazos desplazándola unos metros de la casa. Luego, a empujones e incluso arrastrándola en algún momento, consiguió llevarla hasta una caseta, muy próxima, situada junto a la báscula municipal de la localidad.

Una vez dentro, D.R.A. se puso delante de la puerta para impedir que la joven pudiera salir y comenzó a toquetearla por las nalgas. Ella ofreció resistencia y gritó, frente a lo que él la agarró con fuerza y le tapó la boca con su mano al tiempo que le dijo que no saldría de allí hasta que le masturbara y le hiciera una felación.

La joven, atemorizada y entre sollozos, acabó masturbándole y, pasados unos minutos, el acusado la obligó a hacerle la felación, para lo que la agarró fuertemente hasta conseguir su propósito.

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