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Viernes, 25 de diciembre 2020, 08:55
Se cumplen seis meses sin Mario Casal, seis meses sin respuestas. Seis meses en los que su muerte ha desencadenado una detención y numerosos interrogatorios, aunque nada de ello parece haber aportado luces en torno a un turbio caso que continúa bajo investigación de la Guardia Civil y del Juzgado de Instrucción número Uno de Salamanca que instruye las diligencias. Un asunto con pocas certezas y muchas, muchas incógnitas.
El Juzgado tiene previsto retomar los interrogatorios el próximo 26 de enero. Esa mañana le tocará el turno a los sanitarios que asistieron a Mario, tras ser encontrado en el suelo con un fuerte golpe en la cabeza, en la localidad de Vecinos.
Por lo demás, no ha trascendido ninguna otra novedad al respecto, mientras que los amigos de Mario, los mismos que el pasado mes de julio movilizaron a más de medio millar de personas en una concentración pacífica que discurrió por las calles de la localidad, se plantean convocar una nueva concentración: “Siempre hemos dicho que lo que queremos es justicia, no tomarnos la justicia por nuestra mano”, señala Jenifer, amiga íntima del joven.
Los hechos que desencadenaron la muerte de Mario en el Virgen de la Vega al día siguiente de ser hallado inconsciente se produjeron en la madrugada del 24 al 25 de junio en Vecinos. El joven, que acababa de cumplir 34 años, festejaba la Noche de San Juan, una celebración que acabó con el peor final que se podía esperar.
Desde el principio se sospechó que su muerte no había sido accidental y la autopsia acabó por confirmar que Mario había sido golpeado antes de la caída mortal.
Mario era muy conocido en la localidad entre otras cosas por su trabajo en el Ayuntamiento. Aunque llegó a ser trasladado con vida al Hospital de Salamanca con un fuerte golpe en la cabeza como consecuencia de una supuesta caída, el joven falleció a última hora de la tarde debido a la gravedad de sus lesiones.
La misma madrugada de los hechos, la Guardia Civil tomó declaración a los testigos oculares del incidente, que coincidieron en omitir que se hubiera registrado pelea alguna y en señalar que el golpe que el varón presentaba en la cabeza había sido consecuencia de una desafortunada caída.
Sin embargo, una primera llamada a la Guardia Civil alertaba de que los hechos no habrían sido accidentales y en el pueblo rápidamente empezaron a correr distintas versiones. Muchas de ellas coincidían en que agresor y víctima estuvieron juntos ese día en una comida organizada por el Ayuntamiento para los trabajadores y se produjo una pelea, en medio de la que, probablemente por la ingesta de sustancias por parte del agresor o de ambos, el varón habría sido atacado -con un palo, una barra o simplemente con las manos-, lo que habría provocado su caída al suelo produciéndose el grave traumatismo que acabó con su vida.
Además y como consecuencia de lo ocurrido se produjo una detención, la del exconcejal de Vecinos J.L.G.M., que en su declaración judicial dijo que ese día había bebido alcohol y fumado marihuana, debido a lo que “no se acordaba de nada”. Tras ello quedó en libertad provisional aunque investigado por un presunto delito de homicidio, como presunto autor del golpe fatal.
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