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Viernes, 5 de noviembre 2021, 20:20
Un grupo de adolescentes de Salamanca está siendo investigado por la Fiscalía de Menores después de que días atrás, cuando iban disfrazados de Halloween, se acercaran a un chico de 14 años en la avenida de los Cedros , le robaran el teléfono móvil y salieran corriendo. Dos de ellos ya han sido identificados y localizados y uno ha ingresado en un centro de menores de Zamora —en régimen abierto— como medida cautelar. Según fuentes del caso este joven en concreto, de similar edad a la víctima, portaba una navaja, aunque todo parece indicar que era de juguete, un extremo que deberá confirmarse en las diversas diligencias abiertas al respecto.
Según ha podido saber LA GACETA por fuentes del caso, los hechos tuvieron lugar a principios de semana cuando ambas partes se divertían en las inmediaciones de la estación de autobuses con motivo de la fiesta de Halloween. En ese momento, un grupo de entre cinco y seis adolescentes, disfrazados de negro y con caretas blancas, se acercó a un joven de 14 años y como si de un juego de mal gusto se tratase le exigieron el teléfono móvil. La víctima se lo entregó y acto seguido todos ellos salieron huyendo.
Casualmente, dos agentes de Policía de paisano que pasaban por la zona vieron la escena y corrieron tras el grupo de jóvenes, logrando identificar a uno de ellos, pues sufrió una caída. El resto logró huir. A partir de entonces se inició una investigación, aseguran las fuentes consultadas, que por el momento ha logrado identificar y localizar a dos de los supuestos autores. No obstante, continúan instruyéndose diligencias y se espera que sea en los próximos días cuando el resto de presuntos implicados en esta historia pase por la Fiscalía de Menores de Salamanca.
Los dos menores que ya lo han hecho están acusados de un presunto delito de robo con intimidación con uso de disfraz y como medida cautelar se ha ordenado para uno de ellos su ingreso en un centro de menores de Zamora en régimen abierto. Precisamente este joven es el que supuestamente portaba una navaja que mostró para que el menor de 14 años de edad le diera el teléfono móvil, valorado en unos 150 euros. No obstante, las mismas fuentes apuntan a que el arma en cuestión sería “de juguete”, como complemento del disfraz de terror que llevaban, aunque dicho extremo está igualmente siendo investigado.
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