Agentes de la Guardia Civil durante la inspección en la finca afectada.

Así fue el robo de cerdos de bellota en una finca de Espino de la Orbada

Tras el recuento realizado por el afectado, son cinco los cochinos sustraídos, de 170 kilos y valorados en 600 euros cada uno

M. C.

Salamanca

Sábado, 30 de diciembre 2023, 06:30

Dos semanas después del robo de cerdos ibéricos de bellota en una explotación ganadera situada en Espino de la Orbada, los agentes de la Guardia Civil continúan adelante con las investigaciones sin que los ladrones hayan sido localizados.

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Tras el recuento realizado por el ganadero afectado, son cinco los ejemplares sustraídos, cada uno de ellos con un peso que ronda los 170 kilos y que el ganadero afectado valora en 600 euros.

LA GACETA ha tenido acceso a las imágenes del robo, imágenes en las que se observa a los agentes de la Guardia Civil durante una inspección en la finca, así como el serrín, las piedras, las mantas, los edredones y los dos contenedores -uno grande y otro más pequeño- utilizados por los cuatreros para llevar a cabo su plan. Efectos que dejaron en el lugar tras el asalto probablemente al salir de manera precipitada de la explotación.

Plan que seguía un novedoso y original método y que consistía tal y como informaron fuentes del caso a este diario en su momento en «sacar parte de los cochinos fuera de la finca, donde tenían un contenedor de basura verde preparado, unas mantas y unos edredones. El contenedor estaba abierto mediante una puerta situada en un lateral y con serrín dentro para echar los marranos dentro», señalan las fuentes, que añaden que el contenedor en cuestión tiene ruedas, por lo que todo parece apuntar a que los autores del robo metieron los cerdos dentro con una manta y luego se los llevaron valiéndose para ello de una furgoneta.

Los ladrones también hicieron uso para perpetrar el robo de unas piedras como las que se utilizan en las obras y que usaron en este caso para hacer una «alambrada improvisada», donde pusieron los edredones y las mantas y se llevaron los animales con sacos, «porque el cochino se encierra con saco, porque de esta manera, sin ver, va a cualquier sitio», puntualizan las fuentes.

De esta manera se cree que pudieron cargar en el contenedor los marranos o incluso matarlos dentro.

En la inspección de la Guardia Civil se descubrió que no solo se habían valido de un contenedor, sino también de otro más pequeño, con serrín para albergar a los cerdos. Ambos tenían ruedas para poder manejar y desplazar los animales hasta la furgoneta o camión en el que los cargaron y se los llevaron.

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