El presunto autor del crimen de Santa Marta golpeó a su víctima durante 45 minutos: «No tengo término medio»

El fiscal solicita además en su calificación provisional, al que ha tenido acceso LA GACETA, que se le imponga la medida de libertad vigilada por un tiempo de 10 años y una indemnización total de más de 500.000 euros para la pareja de hecho de la víctima, sus tres hijos y sus padres.

El acusado,D.G.M., tiene antecedentes penales tras haber sido condenado en el mes de abril de este año por los delitos de lesiones en el ámbito de la violencia de género y un delito continuado de amenazas contra su anterior pareja a 2 años de prisión y medidas de alejamiento y privación de armas, entre otras.

Según relata el fiscal en su calificación provisional, el pasado 4 enero por la noche, D.G.M. solicitó los servicios de la víctima, que ejercía ocasionalmente la prostitución y a quien ya conocía por haberla contratado en ocasiones anteriores, escribiéndole un whatsapp por medio del que quedó con ella en el domicilio de él, situado en la calle Bajada del Río de Santa Marta, sobre las 00:30-01:00 horas de la madrugada del 5 de enero.

Tal y como habían acordado, la víctima llegó a casa del acusado sobre las 00:00 horas y ambos fueron al salón donde consumieron alcohol y algún tipo de droga, probablemente cocaína y/o anfetamina y MDMA (éxtasis), sin que el consumo de estas sustancias supusiera una alteración de la capacidad de conocer y querer del acusado. Siendo por tanto consciente en todo momento de lo que hacía y de sus consecuencias.

Una vez que la víctima se encontraba desnuda, la ató sentada en el suelo a las patas de la mesita del salón con los brazos en cruz, utilizando una cinta de carrocero, con la intención de simular un juego sexual. Esta situación impedía a la mujer toda posibilidad de defenderse, precisa el fiscal.

Sin embargo, la intención de D.G.M. no era la práctica de juegos sexuales, sino que, sobre las 02:30 horas, de manera sorpresiva, comenzó a darle golpes en la cabeza y en el cuerpo. En un primer momento, ella le dijo «basta ya hijo de puta» y acto seguido cayó a plomo al suelo, estando en todo momento indefensa ante los fuertes golpes que le propinaba el acusado.

Con intención de causarle aún más sufrimiento, D.G.M. continuó golpeándola a intervalos durante aproximadamente tres cuartos de hora, en los que la víctima sufrió numerosos puñetazos, patadas, así como pisotones en la cabeza, el tronco y los brazos, causándole una fractura de los huesos de la base del cráneo y una hemorragia, de manera que perdió la conciencia y quedó en situación agonizante.

Posteriormente, a las 03:30 horas llamó a otro hombre y le dijo que la que había liado, que tenía una chica llena de sangre, que había sangre en el pasillo y que la chica respiraba, a lo que este le respondió que llamara a otro amigo común, que él se tenía que ir a trabajar.

Nueve minutos después, le envió por Whatsapp una fotografía en la que se puede ver a la víctima inconsciente, sin ropa, con la cabeza amoratada, los brazos en cruz y las piernas abiertas en el suelo del salón y dos mensajes de texto que decían «esto te puedo mandar», «que da miedo».

A las 03:36 horas continuó llamando a amigos suyos, uno de los cuales no le cogió porque estaba dormido, si bien a las 03:40 le envío dos mensajes por Whatsappen los que le decía «buenas noches» y «qué haces cabrón», haciéndole otra llamada por Whatsapp que no fue respondida.

A las 03:54 horas llamó a uno de sus amigos y le dijo: «Mira lo que me han mandado», como refiriéndose a la chica que estaba con él y que le enviara una excavadora o un toro y que mirase lo que había hecho, al tiempo que le enviaba unos whatsapp y un vídeo, diciéndole que llamara a la Policía.

En los whatsapps enviados a este, en un primer momento le envió lamisma foto que había enviado a Enrique y los mensajes: «La cosa jodida», «pero mira a ver si alguien puede venir a echarle una mano pa sacar a esto», «si es que no tengo término medio y le he pegado 4 hostias bien dadas». A ello, su amigo le respondió que llamara a la Policía, a los que el acusado le decía: «¿Y qué le cuento, que he contratado sus servicios y le he tenido que poner las pilas?».

A las 04:01 le envió un vídeo en el que se puede ver la cabeza y parte del torso de la víctima, en estado agonizante, con la cabeza amoratada y respirando de forma espasmódica pudiendo oírse al acusado decir: «Mira L., esta es la cara de mugre que tiene, que yo no estoy intentando decir que paré el tema, no sé si es que la he untado muchos billetes. ¿Pero no ves cómo está, tío?, ¿A ver cómo me hago yo con esto si pesa 100 kilos o 90 kilos? Solo con lo que le pesa la cabeza ¿sabes? Si no mándame alguna máquina de carga solo quien me ayude y lo sacamos de aquí porque vamos esto huele… asco huele»

Tras estas conversaciones el acusado llevó el cuerpo de la mujer al cuarto de baño, prosigue el fiscal, la metió en una bañera que llenó de agua y le sumergió la cabeza hasta que perdió la poca vida que le quedaba.

Una vez consumado su propósito de acabar con su vida, limpió la sangre y huellas del crimen que había en el piso, metió en una bolsa de basura la cinta de carrocero manchada de sangre, la peluca que utilizaba la víctima y otros objetos y, tras vaciar de agua la bañera donde se encontraba el cadáver, sobre las 06:00 horas, tiró la bolsa en un contenedor próximo a su domicilio y fue al centro de salud de Santa Marta solicitando ayuda porque, según dijo, tenía en su casa una persona sin conocimiento como consecuencia de un golpe que se había dado contra la mesa.

Tras ello volvió al piso con los sanitarios, llegando incluso a ayudar a la médico a sacar el cuerpo de la bañera para que pudieran practicarle maniobras de respiración que resultaron inútiles.

012. Teléfono de información a la mujer de Castilla y León