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Viernes, 8 de octubre 2021, 00:13
La fiscal que calificó los hechos asegura que su actitud, junto a la de sus dos hijas por aquel entonces menores de edad, era “de absoluta agresividad”. El Juzgado de lo Penal número Dos ha condenado a J.J.C., la mujer que en el verano de 2020 protagonizó una gran gresca en las piscinas de La Aldehuela tras increpar a uno de los socorristas, a ocho meses de prisión por morder, golpear y amenazar a dos policías que acudieron ese día al recinto deportivo para mediar.
Según ha podido saber este diario, pese a que inicialmente la representante del Ministerio Fiscal pedía para ella una pena de un año y dos meses de prisión por un delito de atentado, las partes llegaron ayer a un acuerdo por el que fue castigada a dicha condena, además de una multa de 360 euros por cada uno de los dos delitos leves de lesiones. Y es que, como ya contó LA GACETA, debido a su violenta actitud uno de los agentes sufrió erosiones en un brazo fruto de la mordedura y el otro diversas contusiones. Tendrá que pagarles, en concepto de indemnización, 500 euros a uno de ellos y 100 al otro. Cabe recordar que el juicio por estos hechos debía haberse celebrado en junio de 2021 pero tuvo que ser aplazado por la incomparecencia de la acusada.
Los hechos tuvieron lugar sobre las 18.24 horas del 28 de julio de 2020 cuando la Policía Nacional acudió a la piscina de La Aldehuela tras ser alertada de una posible agresión a un socorrista. Los agentes pudieron saber que la acusada al parecer había agredido y amenazado de muerte al empleado, todo ello en compañía de sus dos hijas menores que la acompañaban. De hecho, ya delante de los agentes, las tres nuevamente trataron de agredir al socorrista, teniendo que mediar la Policía ante la actitud de “absoluta agresividad” que mostraba la acusada y sus hijas.
Fue en ese momento de la intervención cuando J.J.C. le dio dos mordiscos en el antebrazo derecho a uno de los agentes a la vez que le amenazaba diciéndole que “era la mujer del hijo ‘del España’, que iba a venir y que le iba a matar”. Cuando iba a ser reducida por otros policías, la acusada reaccionó con patadas, puñetazos y mordiscos. Además, también mordió, amenazó y golpeó a otro agente, una actitud de lo más agresiva que según el Ministerio Fiscal continuó hasta que fue llevada a Comisaría. En definitiva, una bochornosa escena, según testigos, que movilizó a numerosas patrullas a la piscina, donde se concentraban grupos de niños.
Según fuentes del caso semanas atrás una de las hijas de la ahora condenada también tuvo que rendir cuentas por esos hechos ante la Fiscalía de Menores, donde la menor reconoció su participación como autora de un delito de atentado a agente de la autoridad.
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