Un mirobrigense en el banquillo, por segunda vez en cuatro meses, por un pase de coca en la localidad

Un mirobrigense se enfrentará la próxima semana, por segunda vez en apenas cuatro meses y por hechos muy similares, a una condena de cuatro años de prisión. La Fiscalía vuelve a acusarle en esta ocasión de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas que causan grave daño a la salud por el que le pide la citada pena y el pago de 100 euros de multa.

La Audiencia Provincial de Salamanca ha señalado el juicio contra el varón, de iniciales R.S.E., por los hechos ocurridos el 5 de octubre de 2021.

Según recoge el Ministerio Público en su escrito de calificaciones provisionales, al que ha tenido acceso LA GACETA, el acusado se encontraba en el parque de Obras Públicas de Ciudad Rodrigo, a la entrada de la localidad, cuando fue visto por las Fuerzas del Orden en pleno pase de droga.

Los agentes interceptaron al comprador de la sustancia 0,5 gramos de cocaína, procediendo a su incautación, así como a la detención de R.S.E. por un delito de tráfico de drogas.

Se da la circunstancia de que el mismo hombre fue juzgado el pasado 19 de junio, también en la Audiencia Provincial de Salamanca, acusado en ese caso de un pase de 0,40 gramos de cocaína.

Tal y como informó este diario, la Fiscalía relataba en este caso que los hechos tuvieron lugar el 18 de julio de 2023 cuando el acusado había quedado con otro varón en que este pararía su turismo a las puertas de su domicilio, en Ciudad Rodrigo.

Conforme a lo pactado entre ambos, R.S.E. entregó desde su coche un envoltorio blanco al otro a cambio de una transacción de dinero que también en este caso fue observada por los agentes de la Guardia Civil, que comprobaron posteriormente que el envoltorio contenía prácticamente la misma cantidad de cocaína, alcanzando un valor de más de 129 euros en el mercado ilícito.

Como consecuencia de los citados hechos, la Fiscalía pidió la misma pena de prisión para R.S.E., así como una multa de 240 euros.

En el juicio, el acusado aseguró tener una relación de amistad muy estrecha con el conductor y copiloto del vehículo que paró a las puertas de su domicilio en Miróbriga, pero negó rotundamente que se hubiese producido ese 'intercambio' a las puertas de su vivienda.

«Eso es incierto. Yo estaba montado en mi coche con la puerta abierta esperando a mi mujer porque íbamos a ir a comer. Me llamaron ellos por teléfono y me dijeron que estaban metiendo el dinero en una máquina tragaperras y que 'la tenían caliente' y al borde del premio. Me pidieron cincuenta euros para seguir jugando pero no los tenía, les dije que les podía prestar veinte. Vinieron a la puerta de mi casa y se los entregué», explicó al tribunal.

La mujer del acusado, que declaró en el juicio como testigo, corroboró la versión de los hechos aportada por su marido.

Por ahora no se tiene conocimiento de que haya sentencia en este caso.

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