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Viernes, 26 de junio 2020, 17:27
La Guardia Civil ha ampliado la investigación abierta con motivo de la muerte de un varón de 35 años en el término de Vecinos mientras celebraba la noche de San Juan. Según ha podido saber LA GACETA, los agentes que llevan a cabo la investigación no descartan que su fallecimiento pudiera ser motivo de una agresión, como apuntaban algunos vecinos desde el primer momento.
El varón, Mario C.M. de 35 años, falleció a última hora de la tarde de este jueves en el Hospital Virgen de la Vega a donde había sido trasladado de madrugada con un fuerte golpe en la cabeza como consecuencia de una supuesta caída en la localidad en la que residía, Vecinos. Horas después de su ingreso, la gravedad de las lesiones que presentaba el varón acabaron desencadenando su muerte.
La misma madrugada de los hechos, los agentes del Instituto Armado tomaron declaración a los testigos visuales de los hechos, que coincidieron en que el golpe que presentaba en la cabeza había sido consecuencia de una desafortunada caída. Al parecer, el consumo de alcohol, señalaban las fuentes consultadas por este diario, podrían haber provocado el tráfico desenlace.
Sin embargo, una primera llamada a la Guardia Civil alertaba de que los hechos no habrían sido accidentales y en el pueblo empezaron a correr rápidamente distintas versiones, muchas de ellas coincidían en que antes de los hechos se produjo una pelea entre vecinos y que el varón habría sido atacado, bien golpeado con un palo o motivo de un empujón, lo que habría provocado su caída al suelo y el grave traumatismo craneal que finalmente ha acabado con su vida.
Finalmente, los agentes han ampliado la investigación y barajan otras posibles causas de la muerte. Por el momento no hay ningún detenido, mientras los agentes continúan adelante con las pesquisas y muy pendientes de los resultados de la autopsia.
El Juzgado de Instrucción número Uno de Salamanca, esta semana en funciones de guardia, ya tiene conocimiento de los hechos y ha abierto las oportunas diligencias de investigación.
Vecinos del pueblo coinciden en recordar al fallecido como “un chico majísimo que siempre estaba dispuesto a ayudar a lo que hiciera falta”. Soltero y sin hijos, desde hace algún tiempo trabajaba para el Ayuntamiento de Vecinos.
Su fallecimiento ha supuesto un duro golpe y aunque el que más y el que menos tiene conocimiento de los hechos en el pueblo impera el silencio: “La gente no quiere hablar”, señala una vecina.
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