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Lunes, 14 de junio 2021, 23:38
Un espectáculo bochornoso. Así describían a este diario los testigos que el 28 de julio de 2020 presenciaron la gran gresca registrada en la piscina de La Aldehuela. La Policía acudió porque alguien estaba increpando al socorrista y en la intervención dos de los agentes resultaron heridos después de que una mujer, en presencia de sus dos hijas menores de edad, arremetiera contra ellos a patadas, puñetazos y mordiscos. Ahora esa mujer, de iniciales J.J.C., tendrá que sentarse en el banquillo de los acusados por estos hechos, por los que el Ministerio Fiscal pide para ella un año y dos meses de prisión y multa.
El Juzgado de lo Penal número Dos ha señalado para este jueves la vista oral, por la que además la acusada, en caso de que así lo estime la juez, tendrá que indemnizar con 35 euros a uno de los policías y con 200 al otro. Según se recoge en el escrito de calificación, al que ha tenido acceso LA GACETA, los hechos tuvieron lugar sobre las 18.24 horas cuando la Policía Nacional acudió a la piscina de La Aldehuela por una posible agresión a un socorrista. Los agentes pudieron saber que la acusada al parecer había agredido y amenazado de muerte al empleado, todo ello en compañía de dos menores que la acompañaban. De hecho, ya delante de los agentes, las tres nuevamente trataron de agredir al socorrista, teniendo que mediar la Policía ante la actitud de “absoluta agresividad” que mostraba la acusada y sus hijas.
Fue en ese momento de la intervención cuando J.J.C. le dio dos mordiscos en el antebrazo derecho a uno de los agentes a la vez que le amenazaba diciéndole que “era la mujer del hijo ‘del España’, que iba a venir y que le iba a matar”. Cuando iba a ser reducida por otros policías, la acusada reaccionó con patadas, puñetazos y mordiscos. Además, también mordió, amenazó y golpeó a otro agente, una actitud de lo más agresiva que según el Ministerio Fiscal continuó hasta que fue llevada a Comisaría. Como consecuencia de los hechos, uno de los policías acabó con una lesión en el brazo y el otro con erosiones por mordedura. En definitiva, una bochornosa escena, según testigos, que movilizó a numerosas patrullas a la piscina, donde se concentraban grupos de niños. Como consecuencia la acusada, que tiene nueve antecedentes pero no computables a efectos de reincidencia, fue detenida y sus hijas menores de edad puestas a disposición de la Fiscalía de Menores. Ahora está acusada de un delito de atentado, por el que la fiscal le pide un año y dos meses de prisión; y dos delitos leves de lesiones, por el que se enfrenta a una multa de dos meses a una cuota de ocho euros al día (480 euros).
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